BILBAO - Este mes de julio no empezaba bien en la costa valenciana, con varias playas cerradas al público tras haber sido detectados en las analíticas de esas aguas rastros de la bacteria fecal escherichia. Entre tanto, los 41 arenales vascos (tanto costeros como interiores) abiertos esta temporada [Ondarbeltz, en Mutriku, está cerrado por obras] se han empachado de calor humano. Y es que, hasta la fecha, los análisis microbiológicos efectuados por las autoridades competentes se han saldado con buenos resultados, excelentes, para todas esas miles de personas que ya se han dado un merecido chapuzón.

“Se realizan entre 12 y 18 muestreos por cada punto de control [en una misma playa puede haber varios, según el tamaño] dependiendo de la temporada de baño en cada caso, e incluyendo los análisis previos, más las repeticiones que haya que hacer por las incidencias que puedan surgir. Con ese número se cubren muy por encima los mínimos requeridos por la normativa para la calificación anual de cada zona de baño”, indicaban a DEIA fuentes del Departamento de Salud del Gobierno vasco.

La vigilancia de las zonas de baño (36 costeras y 5 interiores en Ullibarri-Ganboa) contempla la toma de muestra y la realización de inspecciones a manos de una docena de profesionales en los tres Territorios Históricos. La primera es realizada con una frecuencia semanal, salvo que haya algún tipo de incidencia; entonces se incrementan los controles. Este trabajo se lleva a cabo con el apoyo de dos empresas contratadas, una en Bizkaia y otra en Gipuzkoa, y por personal del Departamento de Salud en el caso de Araba.

Las inspecciones se realizan con una frecuencia entre quincenal y mensual dependiendo de las características de la zona de baño, aparte de las inspecciones asociadas con incidencias. Estas inspecciones se realizan por personal técnico del Departamento de Salud. En el caso de las cuatro playas donostiarras (Gros, La Zurriola, Ondarreta y La Concha), las tomas de muestras y las inspecciones se realizan por personal del Ayuntamiento.

Los lunes a la mañana Los socorristas pueden colaborar si fuese necesario y de hecho han participado en la recogida de muestras programadas y en situaciones puntuales o de incidencia, apostillaban desde el Departamento de Salud. “Hay unos puntos fijos de control en cada zona de baño que se designan siguiendo los criterios indicados en la normativa y el muestreo programado se realiza los lunes por la mañana”, concretaban las fuentes consultadas.

A día de hoy, tal y como coinciden el personal encargado de estas labores y los informes anuales que resumen todos los muestreos efectuados, las playas tanto costeras como continentales son muy estables en cuanto a la calidad del agua. “En el 88% de los puntos muestreados su calificación fue de Excelente” durante la pasada temporada del 2018. Y eso que a comienzos de junio del año pasado, las lluvias torrenciales provocaron un escenario calamitoso. Las redes de alcantarillado no pudieron tragar toda esa agua y acabaron rebosando.

La consecuencia fue que el acceso a las playas de Uribe Kosta (Gorliz, Plentzia, Arrigunaga, Ereaga y Las Arenas) estuvo vallado durante varios días al haberse detectado la presencia de bacterias fecales. En septiembre de 2017, otros 4 arenales costeros (Ereaga, Las Arenas, Armintza y Ea) estuvieron bajo vigilancia por una causa idéntica. Y en septiembre de 2015 La Arena estuvo clausurada un día por contaminación microbiológica procedente de una fuga de aguas residuales. “En alguna ocasión también se han visto afectadas las playas incluso por algún vertido transfronterizo”, apuntaban desde el Departamento de Salud. Esta temporada, por el momento, no ha habido incidencias reseñables. Desde la Agencia Vasca del Agua insisten en que la calidad de agua de las playas “es generalmente muy buena, pero a lo largo de la temporada de baño se pueden producir alteraciones puntuales” debido precisamente a esas condiciones meteorológicas adversas.

Tal y como subrayaban fuentes consultadas del Gobierno vasco, las “importantes inversiones realizadas en estaciones de tratamiento de aguas residuales ha beneficiado de forma sustancial a la calidad del agua del litoral. Mientras las playas de Ibarrangelu (Laida y Laga) presentan una clasificación Excelente, se espera una mejora en las playas de la zona de la ría de Gernika y Mundaka (Laidatxu) con la reciente entrada en funcionamiento del bombeo de Sukarrieta que lleva las aguas residuales a la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Lamiaran”.