Ziortza-Bolibar - La Asociación de Forestalistas de Bizkaia confía en sortear el negro escenario al que se pueden enfrentar. Ante la “crisis sanitaria” que padece el sector, “siempre hemos considerado que el tratamiento fitosanitario más eficaz sería el método aéreo”, aunque no haya sido posible. Así lo apunta Edu Rodríguez, gerente de una entidad que ve como la banda marrón podría generar unas pérdidas que aún no han cuantificado, pero que serán importantes. “Afecta en Bizkaia, de Morga hasta Orozko, o de Markina hasta Gordexola”, reseñó gráficamente una entidad que gestiona el tratamiento en 600 hectáreas de ochenta propietarios, divididas en quince o veinte subzonas.

Los forestalistas creen que “un concepto erróneo” ha calado en la sociedad ante el método de aplicación aérea. ”Se piensa que se va a volar con avionetas, hacer fumigaciones en masa”, citó Rodríguez, aún y cuando estiman que la expansión del antídoto a través de helicópteros o drones podría haber facilitado realizar la lucha contra el mal de los pinos de una forma más efectiva. Pero lejos de echar la vista atrás a la denegación de Madrid, los forestalistas de Bizkaia miran al futuro. “El propietario está viendo que su bosque, su masa forestal y su inversión se está borrando de la noche a la mañana. Entonces, hay que hacer lo que se pueda para conseguir salvar esas masas forestales”, aseveró. Y es que si el porcentaje de afección supera el 75%, “hay que apearla”. O dicho de otro modo, hay que talar el árbol, con la consiguiente pérdida económica.

“No hemos hecho valoración a nivel global, estamos hablando de pequeñas propiedades y cada propietario ve en riesgo su inversión o muchos la han perdido ya”. Repoblaciones, desbroces o clareos, “son trabajos que han caído de la noche a la mañana, sin tener ningún tipo de aprovechamiento de las masas forestales en muchos de los casos”, evidenció. - I. Fradua