EL pitido final a cada temporada futbolística para el Betiko Neskak de Erandio lo pone su particular fiesta de despedida, un momento para hacer piña, para brindar por los resultados, para levantar la copa del trabajo bien hecho, para agradecer el esfuerzo... Hasta ahora, esa jaia había sido más íntima, pero en esta ocasión, el agur de las chicas que juegan en Astrabudua se abrió a todo el barrio y, por eso, ayer la plaza Mendiguren vistió el color azul de su equipo femenino, mezclado, eso sí, con otras tonalidades, como el amarillo de la paella popular o los muchos colores que llevaban los niños que pasaron por el taller de pintacaras.

Y es que el club Betiko Neskak organizó una comida, a la que acudieron 180 personas, y también una serie de actividades para celebrar lo que puede llamarse ya el Betiko Eguna. “Hemos preparado cosas para los más pequeños, como pintacaras o sesiones de dibujo, manualidades? Y también, ya para la tarde, una yincana y aprovechando que hace este día, una guerra de globos de agua. Y también tenemos un concurso de la rana. Vamos a estar aquí todo el día”, comentaban en los prolegómenos de la comida Naiara Álvarez, la presidenta del club, e Iñaki Fernández, el tesorero. Efectivamente, la paella iba tomando forma, mientras tanto, gracias a los miembros de Radio Club Takolos, que se pusieron el delantal para hacer posible la jamada. “Y los de Trabudu Dantzari Taldea nos han dejado los toldos”, agradeció Iñaki. No en vano, Astrabudua cuenta con unas asociaciones con una clara vocación de fomentar la vida en el barrio en muy buena sintonía.

“Las jugadoras no han pagado nada por la comida y la gente que quería venir a la paella ha puesto ocho euros para comer el arroz, vino o agua y postre”, desveló el tesorero de Betiko Neskak. Así se pudo ayudar a un club compuesto íntegramente por jugadoras que dan la cara cada fin de semana en los partidos y entre semana en los entrenamientos. “Ha sido un éxito”, destacaron los directivos. La temporada también ha producido buenos frutos para esta entidad deportiva en la que “las chicas lo han dado todo; estamos muy contentos, y de cara al año que viene, con mejores expectativas aún”, avanzó Iñaki. Porque la familia de Betiko Neskak crecerá. Ahora, el club cuenta con un equipo benjamín, otro alevín, un infantil, un cadete de fútbol 7, un regional B y el conjunto de Liga Vasca. “Tenemos intención de sacar de cara al año que viene un infantil más y un benjamín más. Hemos organizado estos días unas jornadas de puertas abiertas para que todas las chavalas que tuvieran interés pudieran venir al campo y probar y ha habido una gran aceptación”, reconocía el tesorero. Por lo que es muy probable que la próxima campaña la entidad erandioztarra supere las cien futbolistas. Esta han sido 93.

Por lo tanto, los vientos soplan a favor de este club que antes pertenecía a la Sociedad Deportiva Erandio Club, pero que ahora navega en solitario. No es que sea un camino fácil. “Cuesta, cuesta”, admitía ayer la presidenta. Pero se van consiguiendo logros. “El club se fundamenta en la aportación del Ayuntamiento como subvención, la que realizan los padres por las jugadoras y la de los patrocinadores que podamos conseguir. Luego en fiestas de Astrabu ponemos una txosna, hoy -por ayer- tenemos rifas? Lo difícil es conseguir patrocinadores, pero vamos dando pasos”, explicó Iñaki. Naiara añadía que, aunque presenciar los partidos es gratis los asistentes pueden comprar tickets para entrar en el sorteo de un jamón, “que es muy buena tentación”. Y así, Betiko Neskak va consiguiendo público y más recursos. “Hay que hacer ingeniería para obtenerlos”, confesaba la presidenta. Pero, de momento, toca dejar descansar a la cabeza hasta que el balón empiece a rodar de nuevo tras el verano con el aliento que recibieron ayer las futbolistas de su municipio aún presente, a buen seguro.