Loiu - La Diputación Foral de Bizkaia y el aeropuerto de Bilbao firmarán en las próximas semanas un protocolo de actuación para transmitir en tiempo real la presencia de buitres en los cielos del territorio.

Esta es una de las iniciativas que desde Aena, como ente gestor del aeródromo vizcaino, tratan de activar en la batería de contactos que mantiene con las administraciones públicas que tienen competencia en la gestión del Medio Ambiente.

Según especificaron fuentes aeroportuarias “desde hace meses se está buscando una fórmula para transmitir estos datos”, una información que mientras tanto es derivada mediante correos electrónicos y llamadas telefónicas al 112.

La presencia de estas grandes carroñeras preocupa a los responsables aeroportuarios, pero tanto como el resto de otras aves que atraviesan esa zona del valle del Txorierri. Por eso desde hace años La Paloma utiliza medidas mitigadoras cuando detecta la denominada “fauna de riesgo,” que van desde las gaviotas y palomas pasando por grullas o gansos.

Entre las principales iniciativas en marcha está el uso de halcones para ahuyentar a las invasores del espacio aéreo por encima de las pistas, dar gritos de alarma, usar pirotecnia ruidosa e informar desde la torre de control a los pilotos de la presencia de los elementos voladores.

Sin embargo, estas medidas no son eficientes contra los buitres. La mayoría de los avisos de avistamiento de estas grandes aves carroñeras reportados por las tripulaciones se registran a varios kilómetros de las pistas. En concreto, en las áreas de aproximación desde el interior del territorio, donde las aeronaves hacen la maniobra previa al aterrizaje, o de ascenso tras el despegue. Desde el aeropuerto aseguran rotundos que “no somos foco de atracción de buitres”.

Medidas antibuitres Aún así, desde Aena no permanecen quietos. Desde hace varios meses tienen puestas en marcha “las medidas de nuestra competencia encaminadas a mitigar el riesgo de impacto con buitres”, indicaron a DEIA desde la dirección.

Una muy curiosa es la de segar la hierba durante las horas nocturnas, ya que este proceso deja al descubierto pequeños animales que atraen a aves que a su vez hacen de reclamo de otras especies mayores.

También se utilizan petardos y pirotecnia de mayor alcance sonoro que los asuste, se publica la frecuencia de los eventos relacionados con buitres en las cartas de aproximación y despegue y también se comunica en tiempo real la detección de actividad a los pilotos de las aeronaves que están operando.

Además también se han puesto en marcha “mecanismos para garantizar la calidad de los datos reportados por los pilotos”, indicaron fuentes aeroportuarias. Consideran que “una información precisa puede hacer más fácil la relación entre la presencia y el comportamiento de los buitres en un sitio y lo que hay en la superficie que les pueda estar atrayendo”. - Alberto G. Alonso