BILBAO - La ría de Bilbao aspira a convertirse en un futuro en un espacio de actividad, como el que conforman los canales de Ámsterdam con sus viviendas en las orillas del río Amstel, u ofrecer las oportunidades del río Támesis para conocer y disfrutar de una visita inigualable de Londres. Puede que incluso en un futuro Bilbao tenga su propios restaurantes flotantes como el Sena. Decenas de proyectos han llegado al Área de Planificación Urbana solicitando permisos de todo tipo para relanzar la actividad de la lámina del agua. El concejal de Espacio Público, Asier Abaunza, admite que “es un goteo constante”, pero “no podemos conceder ningún permiso hasta que no tengamos el estudio sobre el comportamiento de la ría”. A lo largo del próximo año está previsto que este trámite se inicie y con él se abra todo un abanico de oportunidades para este espacio de explotar de Bilbao.
La ría es uno de los lugares de la villa más apetecibles para muchos empresarios y a su vez uno de los que más pueden influir en el desarrollo futuro de la villa. Así, no es de extrañar que esta oportunidad no haya pasado desapercibida para muchos empresarios que ya han puesto el ojo en las posibilidades futuras que les abre la lámina del agua en una ciudad que con los años se ha ido tasnformando volcando su urbanismo de cara a la ría. Sobre la mesa del concejal de Planificación Urbana hay decenas de proyectos esperando a que las instituciones deshojen la margarita de las iniciativas a explotar. Entre las iniciativas que se han presentado las más novedosas se refieren a la petición de permisos para la apertura de restaurantes flotantes como los que existen en otras ciudades europeas vecinas como es el caso de París o Ámsterdam. Pero, hay más proyectos también a la espera de licencia, desde barcos turísticos, piragüismo, paddel surf o canoas, por citar algunos.
El proyecto de presupuestos de 2019 ya ha incorporado para este trabajo una partida y se han iniciado los trámites previos para la licitación del estudio. Abaunza estima que este primer paso es fundamental para cualquier desarrollo posterior que se quiera acometer en los márgenes de la ría. “Nos va a llevar el primer semestre de 2019”, señala.
La complejidad de este análisis escriba en que se requiere un estudio de todas las márgenes de la ría, accesos, pantalanes existentes y futuros que se puedan plantear. Señala, en este sentido, que será necesario realizar barimetrías de la ría para conocer calados y corrientes en cada uno de los puntos para determinar las limitaciones que pueden presentar los diferentes tramos del agua de cara a la ubicación de futuras actividades. Como explica Abaunza, siempre velando por la seguridad. “Cuando tengamos todo ese análisis sabremos qué usos serán posibles y en qué emplazamientos”.
Según el concejal, el hecho de que el baño no sea apto no condiciona las actividades propuestas. “No tiene tanto que ver con eso porque, de hecho, los planteamientos que están llegando al ayuntamiento no van en esa dirección sino más en otro tipo de deportes acuáticos que no requieren nadar en la ría. Más bien actividades de piragüismo, kayak, paddel surf, tablas de surf de distintas tipologías, arrendamiento de embarcaciones en la ría, disponibilidad de espacios para barcos de carácter turístico que hacen recorridos por la ría... son más ese tipo de solicitudes las que están remitiendo sus solicitudes”, expone.
Antes de conceder ningún tipo de licencia el área estima necesario “ordenarlas y tener unos criterios claros para sacar unas concesiones donde corresponda para este tipo de negocios, porque son empresas privadas que quieren poner en marcha negocios en espacios públicos sujetos a las correspondientes concesiones”.
Hasta que los estudios no tengan una definición de la habitabilidad de la ría el área no va a hacer ninguna concesión. “No tiene sentido que saquemos una concesión y que fruto del análisis lleguemos a la conclusión de que ese emplazamiento no es el mejor sitio y luego tengamos que incurrir en modificaciones al poreycto aceptado”, concluye Abaunza.