Nerbioi-Ibaizabal, un torrente de emoción

De 22.000 habitantes a más de 125.000 en el transcurso de un siglo. La evolución demográfica de los municipios bañados por las cuencas de los ríos Nerbioi e Ibaizabal ha ido acompañada de un necesario desarrollo urbanístico, empresarial e industrial y, de manera paralela, ha ido creciendo también el sentimiento de pertenencia a un pueblo, a una comarca o a un bello paisaje en el que se funden el verde de la naturaleza, el marrón de sus montes y el azul de sus aguas. Y todo gracias a sus gentes, personas que, a título individual o colectivo, dan vida a calles y barrios y aportan su granito de arena en favor de la cultura, el deporte, la sociedad o el emprendimiento.

Un año más, y ya van once, esa importante labor fue reconocida ayer durante la gala de entrega de los Laboral Kutxa DEIA Hemendik Sariak que tuvo lugar, a las 20.00 horas, en Torrezabal Kultur Etxea de Galdakao y que arrancó con la intervención del alcalde de la localidad anfitriona. Ibon Uribe dio la bienvenida a los asistentes y destacó “a las personas y entidades que aportan el soporte para poder satisfacer necesidades básicas de la sociedad” como son los quince elegidos para recibir estos premios. Ejemplo de ello, de voluntariado y solidaridad, es el grupo Protección Civil de Amurrio que lleva ya 25 años al servicio de cualquier necesidad que se presente en la villa ya sea para “apoyar cualquier tipo de evento o fiesta” o prestar ayuda en incidencias o urgencias “como rescates o la pequeña inundación que sufrió el pueblo hace unos meses y estuvimos metidos en garajes achicando agua que nos llegaba a la cintura”, explicó su responsable Gonzalo Cantera.

Y voluntarios son también los monitores de Argizai Eskaut Taldea con 35 años de trayectoria en la organización de actividades de ocio y tiempo libre dirigidas a menores de Galdakao. En abril celebraron el aniversario con dos días de actividades especiales “aunque hacemos cosas todos los fines de semana y cuando nos juntamos todos es una fiesta”, aseguraron. Antes que ellos, los primeros de la noche en recoger su galardón fueron los gestores de Urkiola Motor, concesionario oficial Citroen en Bizkaia con sede en Galdakao.

Protagonistas del deporte

El deporte estuvo presente con una buena representación de las diferentes disciplinas que se practican en la comarca. Por el escenario de Torrezabal Kultur Etxea pasaron ayer Juan Carlos Ortego y Valeriano Ayus, del Club Deportivo Basauri BEA, que destacaron como objetivo de la entidad que “los niños del pueblo se puedan divertir jugando”. Eva Pérez y Andere Eguiluz, la entrenadora y la patinadora más veterana del club Arri-gorri de Arrigorriaga, incidieron en la vistosidad de una actividad “que llama mucho la atención porque parece increíble que niños tan pequeños se mantengan sin caerse sobre los patines”. El joven triatleta de Galdakao Julen Díez probó muchos deportes hasta decantarse por una especialidad que conoció “al ver un vídeo del Ironman de Hawai y me dije: ¡yo quiero estar ahí!. Y como todo en la vida es proponérselo, he ido y he quedado tercero”.

Especialmente emotiva fue la intervención del medallista en sokatira de Zeberio, Galder Gobantes, que dedicó el premio a quien creó el equipo con el que compite “y que falleció hace veinte días”. Y la impulsora del fútbol en femenino en Basauri, Miren Hernández, aseguró que “hay más chicas de las que nos pensamos jugando; hasta el punto de que tenemos a una madre y una hija jugando juntas en la misma categoría”.

Un punto de inflexión en la gala llegó en el momento en el que Iñaki García Uribe, investigador ugaotarra y miembro de la Sociedad de Ciencias Aranzadi subió al escenario. Proyectó un vídeo de fotografías de los múltiples lugares donde ha estado y desveló que saca tiempo libre para sus proyectos “de no ver nada de fútbol”. Llamó mucho la atención el viejo piolet que portaba en la mano. “Era de mi aita y con él llegue al monte más alto que he subido en mi vida, el Mont Blanc de los Alpes”, un bonito momento que aprovechó para reconocer que “para mí estar aquí en este estrado es una cumbre inesperada a la que jamás hubiera pensado llegar”.

La difusión de la cultura fue reconocida en las figuras de las voces femeninas de Zirzira Ahots Taldea de Basauri, grupo que se caracteriza por “hacer música pop y rock adaptada a un coro” y de Andra Mari Eusko Dantzari Taldea de Galdakao cuyo secreto para llevar 63 años en activo es “recoger los frutos de quienes empezaron y seguir poniendo en valor la cultura euskaldun”, declaró Unai Zabala. La Navidad está ya a la vuelta de la equina y una de las señas de identidad de Arrigorriaga es su Epifanía. Se representó por primera vez hace 50 años bajo el guion y la dirección del escritor local Armando Astarloa que dedicó su galardón a “Arrigorriaga entero, el pueblo es la Epifanía y no hubiera podido hacer nada sin Arrigorriaga”.

En esta edición, el Omenaldi Saria recayó en el Coro de Arratia por una larga tradición que se remonta a 1951 aunque “somos una agrupación atípica porque solo salimos a cantar en Santa Águeda”, indicaron. Y el Bizkaia Saria reconoció la obra literaria del escritor basauritarra Jon Arretxe que, entre sus numerosos libros, tiene especial cariño a “Zazpi kolore que escribí en la época en la que mi padre se estaba muriendo”.

La gala se cerró con el aplauso a Manoli García por sus 30 años vinculada al Colegio Público Aperribai de Galdakao, los últimos siete como directora. Ya jubilada recordó que “llegue de casualidad en 1982 y encontré a gente maravillosa, amigos más que compañeros, que trabajamos para sacar adelante un proyecto común y una escuela para el barrio”.

Acompañando a los premiado asistieron Asier Iragorri, Cirilo Dávila, Errupin Jauregi, Rubén Seoane, Sonia Rodríguez y Carlos Atutxa. Y de DEIA, Kike Hermosilla, Iñigo Aspiunza, Josu Molinos, Idoia Gutiérrez, Joana Pérez e Iker Ugarte.