HAY imágenes que hanquedado guardadas en lamemoria del colectivo,fotografías que calan en lo más hondode cada uno. Y esa circunstanciase dio cuando Aylan, un niño sirioahogado en una playa de Turquía,intentaba llegar a la costa paraemprender junto con su familia unfuturo alejado de las bombas que díaa día caían y siguen cayendo en supaís natal. “Imágenes como esashabíamos visto muchas antes peroesa marcó un antes y un después”,afirma con rotundidad Patricia Bárcena,directora de CEAR-Euskadi.

Ese punto de inflexión supuso que“Europa se comprometió a acoger amás de 160.000 personas”. Sinembargo, el porcentaje de cumplimientose encuentra “alrededor del11%”. “En su momento se tomarondecisiones interesadas, que teníanmás que ver con acallar las voces dellevantamiento ciudadano”, explicaBárcena. Por mucho que se instauren“cuotas” de entrada, la necesidadde huir va a seguir presenta y, “porunas vías u otras”, lo van a intentar.

El imaginario asocia la palabrarefugiado a personas que se encuentranen mitad de conflictos bélicos,pero tal y como señala la directorade CEAR-Euskadi, “según la Convenciónde Ginebra, una persona refugiadaes aquella que ha salido de supaís por tener temor fundado a serperseguida por razones de raza,nacionalidad, opinión política, religióno pertenencia a un grupo socialdeterminado”. Bajo este estatutolegal, las personas que huyen de laguerra no tenían amparo y se creó lafigura de la “protección subsidiaria”.

Si se cierra una puerta, habrá otrapara tratar de huir, para buscar unfuturo sin violencia. Por eso, las personasque llegan aquí tienen que realizaruna serie de trámites en los queCEAR-Euskadi les acompaña. “Primerohacemos un diagnóstico de lasituación y le informamos sobre cuáles el proceso para solicitar proteccióninternacional, tanto a nivel jurídicocomo social. Es una coberturaintegral”, precisa Patricia Bárcena.En ese primer momento, y una vezhecha la solicitud de asilo, “se le asignauna plaza en centros o pisos deacogida” que hay en el Estado en función“de si han iniciado un itinerario”de integración o no.

Y una vez que la variable jurídicaentra en juego se chocan con la realidad,ya que “alrededor del 65% delas solicitudes son denegadas”.

“Cuando hablamos de refugiadospensamos en Siria, pero la nacionalidadprincipal es Venezuela”, subrayaBárcena, insistiendo en que“para nosotros, refugiada es todaaquella persona que se siente perseguida,no a quien el Estado reconocecomo perseguida”. Y en ocasionesla decisión se puede demorar añosaplicando “el criterio que llaman deprudencia”, que significa “vamos aesperar a ver si se resuelve el conflicto”y cuando este ha finalizadolas solicitudes, en su mayoría, sedeniegan.

En ese “itinerario” para buscar unaprotección cuentan con el respaldode los voluntarios de esta entidad.“Procuramos que se sientan partede la organización”, apunta la directorade CEAR-Euskadi, que detallaque “hay encuentros para hablarcastellano, un grupo de tiempo libreque hace actividades los fines desemana” e incluso “un grupo de teatro”.Un acompañamiento paraponer fin a la huida.