Bilbao - No es la primera vez que reciben un galardón de estas características. Tampoco es el primer año que les reconocen la gran labor que realizan todos los días del año. La agencia Viajes Amaia lo ha conseguido una vez más. Ha sido reconocida como la mejor agencia en la zona norte del año 2017.

“Que te otorguen este premio es todo un honor. Pero es un galardón de todo el equipo porque hemos trabajado muy duro durante estos últimos años”, asegura Leixuri Vilar, directora general de esta agencia familiar nacida en Bermeo. Echa la mirada hacia atrás treinta años, cuando su padre comenzó con el negocio. “Todas las agencias se basan en la producción, en la rentabilidad y en los beneficios, pero nosotros hemos cambiado de filosofía, de posición y nos hemos puesto junto a nuestros clientes para analizar sus necesidades, porque para nosotros son lo más importante”, explica Vilar.

Hace trece años recibieron por primera vez este galardón y pudieron experimentar la misma sensación de nuevo en 2012. Admite que aunque ella y todo su equipo trabaje en la sombra es de agradecer que premien la labor que efectúan cada jornada. “Nunca nos ha gustado salir a la luz ni brillar a pesar de que tengamos seis sucursales, treinta años de historia, mucha producción y mucho trabajo detrás. Pero somos una agencia del País Vasco que trabajamos para los vascos y a veces hay que valorar todas esas cosas”, dijo.

Sin duda alguna, para ellos el éxito reside en sus clientes. Convertirse en ellos para saber cuáles son realmente las necesidades que tiene cada uno. Es una agencia que a día de hoy está especializada en viajes empresariales, marinos y en giras musicales. Pero también tienen hueco para el ocio. Por eso deciden sentarse junto a sus clientes para mimar cada detalle del viaje. “La del espectáculo es una industria más sectorizada pero cada detalle hay que hacerlo bien porque un músico no tiene las mismas necesidades que puede tener un empresario”, explica.

Especializarse en diferentes sectores comerciales conlleva “muchísimo trabajo” y Vilar asegura que tiene un gran “equipazo” con los que cuenta a diario. Son conscientes que viven en la era de la tecnología pero no lo sienten como una amenaza. “Hay hueco para todos”, dice Vilar, quién asegura que no es lo mismo adquirir un billete por Internet que comprar un viaje. “Para este último necesitas un asesoramiento y a nivel personal las personas lo valoran mucho más”, explica. Y es que, en el caso de que ocurra “cualquier problema” el calor humano “lo encuentras detrás del teléfono, algo que Internet no te lo da”.