Bilbao - El departamento de Cultura sumará el próximo año cuatro emplazamientos nuevos al programa Udalekuak, que verá reducido su presupuesto y el número de plazas. La iniciativa de ocio infantil y juvenil para verano contará con un total de diez albergues en el territorio, tras la retirada del de Orduña.
Será una de las novedades del departamento de Cultura para el ejercicio 2018, cuyo presupuesto crecerá hasta los 44,9 millones de euros, un 3% más que este año. El fomento del talento, tanto de artistas como de deportistas -con más subvenciones y una gira de las muestras Ertibil fuera del territorio-, así como la conservación del patrimonio marítimo, serán algunas de las grandes propuestas del próximo año, en el que se pondrá en marcha iniciativas como una aplicación para el deporte escolar, la difusión de la actividad de la biblioteca foral o un nuevo centro de formación para técnicos y monitores deportivos. “Queremos que Bizkaia sea un territorio de oportunidades también en materia de cultura”, destacó Bilbao antes las Juntas Generales. También se renovará el centro de interpretación del euskera, ubicado en Deusto, y se sacará a una instalación exterior el depósito del Museo Vasco, “que ocupa mucho espacio”.
La decisión de retirar el albergue de Orduña de Udalekuak se debe al alto coste de su mantenimiento, ya que es propiedad municipal. “Sólo se utilizaba durante un mes y había que pagar el gasto corriente de todo el año”, explicó Lorea Bilbao. Tanto este como el de Orduña pasarán a ser gestionados por el IFAS, para la atención de menores. A los seis albergues de Udalekuak -Lapurreketa, Lurraska, Lauaxeta, Gorliz, La Arboleda y Legasa- se sumarán el próximo año cuatro nuevos emplazamientos, en ubicaciones todavía sin definir.
El departamento quiere también dar un nuevo impulso a la Biblioteca Foral, “para consolidarla como motor cultural”. Por una parte, se va a colaborar con agentes del territorio, como la Cámara del Libro, Eusko Ikaskuntza y el Instituto de Estudios Vascos. Además, se pondrá en marcha el denominado Proyecto Letras, que se desarrollará junto a comerciantes, hosteleros y Metro Bilbao, “para sacar la biblioteca a la calle: que no sea algo que queda entre cuatro paredes, sino que su actividad salga a la calle, y hacerlo con hosteleros y comerciantes de la zona. Queremos intentar que el metro, por ejemplo, sea también un punto de encuentro para la lectura y para la actividad cultural”, explicó la diputada foral.