Bilbao - Zara, la empresa de Amancio Ortega, se prepara para revolucionar los próximos meses uno de los tramos comerciales más golosos de la Gran Vía de Bilbao. Inditex tiene previsto cerrar las tiendas que Zara tiene en la arteria principal de la villa para concentrar la actividad en el megaestore de Gran Vía 23, cuya apertura está prevista para el primer semestre de 2018. Sin embargo, hay fuentes que aseguran que la empresa podría adelantar la inauguración de la nueva sede para la próxima campaña de Navidad, una fecha importante comercialmente.
Sea una o la otra, lo que cierto es que las obras en el interior de la antigua sede de BBK están muy avanzadas. Los enormes escaparates que la firma ha diseñado en la fachada que se asoman a la calle Astarloa ya son visibles desde hace días. La macrotienda, con una superficie de más de 1.300 metros cuadrados por planta -son cuatro- se situaría, junto a la que abrieron en 2014 en el mercado de San Martín de Donostia, en una de las más grandes del norte de la península.
La estrategia empresarial que planea Inditex para la capital vizcaina ya ha afectado a la primera tienda de Zara que se abrió en pleno Casco Viejo. De hecho, el miércoles echaba la persiana el establecimiento -de tres plantas- cuya actividad se inició hace tres décadas en un inmueble propiedad de la Fundación Amancio Ortega. Sus empleadas serán reubicadas en diferentes negocios de la compañía, principalmente la idea, según han explicado a este periódico, es trasladarlas a la nueva macrotienda que se abrirá en Gran Vía en breve. “La fecha que nos han dado es la primavera de 2018”, apuntan. Y añaden: “Nos da mucha pena irnos de aquí. Son muchos años y por muy nuevo que sea la macro tienda, todo nuevo, estar a pie de calle es un trato mucho más cercano con el cliente”, afirmaba a DEIA una veterana dependienta del Zara de la calle Unamuno. Pero no será la única tienda de Zara que cerrará la persiana en los próximos meses. Las actividad de los Zara de Gran Vía, tanto los ubicados en el número 18 - formado por tres locales unidos entre sí por su interior- como el de número 16, al lado de El Corte Inglés será trasladada a escasos metros, a la nueva megaestore. Por el momento este cambio no afectará a las empleadas de la tienda de Zara de Rodríguez Arias y la de Zubiarte. Aunque todavía no hay fecha exacta para el cambio de tiendas, la idea inicial de la compañía gallega es comenzar la actividad para primavera del próximo año.
Una fecha que coincidiría con otra apertura, la de Primark, en el edificio de BBVA, en la plaza Circular. Sin embargo, otros fuentes consultadas por este diario apuntan a que la empresa de Amancio Ortega podría adelantar la inauguración del megaestore de Gran Vía 23 para la campaña de Navidad, adelantándose así a la llegada de la empresa irlandesa, que se ubicará a escasos 300 metros también en la arteria principal de la villa. “Una vez que ya estén las obras del edificio acabadas, solo será colocar baldas y cajas. A partir de ahí el traslado y la colocación de la ropa lo suelen hacer muy rápido”, apuntan fuentes del sector.
Milla de oro Hace seis años, Inditex barajó la posibilidad de quedarse con el edificio de BBK, pero se echó atrás porque la reglamentación urbanística de entonces imposibilitaba situar la entrada a pie de calle. Sin embargo, la empresa de Ortega no cejó en su empeño e intentó hacerse con edificio de BBVA, en la Plaza Circular, pero fue la multinacional Primark la que finalmente se instalará ahí. Tras el traspaso de Mango, propietaria del inmueble, Inditex, en régimen de alquiler, logró hacerse hace dos años con una joya en plena milla de oro para continuar así con su expansión.
Los operarios que se han encargado de realizar las obras de reforma del antiguo edificio se afanan estos días en finalizar y retirar todo el material de obra y la maquinaria utilizada para desarrollar el proyecto. En febrero de 2016 se iniciaba la gran transformación del céntrico edificio, ubicado al lado del Palacio Foral. Fue hace seis años cuando la Comisión de Patrimonio aprobó la reforma de la antigua sede de la BBK como centro comercial. Estas obras contemplaban la conservación de una capilla de la construcción original, ubicada en la primera planta. El organismo donde participan representantes del Ayuntamiento, la Diputación, el Colegio de Arquitectos y la Universidad de Deusto autorizó dicha reforma, protegido por su interés arquitectónico, para adaptarlo en un espacio comercial.
La nueva remodelación ha consistido en bajar el forjado para que la entrada quede a nivel de calle, sin peldaños. Se mantiene la entrada principal antigua de granito rojo y en algunas de las paredes han dejado visible la piedra original del propio edificio. También se han suprimido las columnas del vestíbulo -lo que da mayor protagonismo a la escalera, que se ha ampliado- y se han modificado las ventanas para acoger los escaparates. La fachada no se ha tocado, únicamente se ha retirado el panel que daba la hora y marcaba la temperatura en la parte superior del chaflán del edificio. Un lugar ideal para colocar el rótulo del que será el buque insignia de Inditex en el territorio vizcaino.