Oleada de premios
El probadero de Kortezubi resultó ser un original escenario para la entrega de los DEIA-Hemendik Sariak, que este año alcanzan su décima edición con la misma ilusión
La entrega de los galardones Laboral Kutxa DEIA Hemendik Sariak Kostaldea reunió ayer bajo el techo del probadero de Kortezubi a la docena de agentes sociales, tanto de la comarca de Busturialdea como la de Lea Artibai, que recibieron un pequeño pero caluroso homenaje por su impagable trabajo. Xabier Lapitz hizo de maestro de ceremonias en un espacio que se llenó de amigos y personalidades que se acercaron para arropar el trabajo que en distintos ámbitos realizan los homenajeados.
El alcalde de la localidad anfitriona, Ibon Legarza, fue el primero que subió al escenario tras la bienvenida dispensada por Lapitz para agradecer “la fuerza, la dedicación y el compromiso” que han mostrado los homenajeados en sus respectivas labores, llevadas a cabo muchas veces “en silencio y sin pedir nada a cambio”. Se unió a sus palabras Enrique Santaren, adjunto al director de DEIA que resaltó el protagonismo de unos premiados que son “la sabia de este país”. DEIA celebra este 2017 sus primeros 40 años de existencia, con unos premios que cumplen también su primera década de vida. “Nunca imaginamos que llegaríamos tan lejos y ha sido por el reconocimiento dispensado todos estos años” afirmó Santaren.
Abrieron la ronda de premiados los componentes de Kortezubiko Ekin Esku Pilota Taldea que, aunque fueron los que ejercen de mentores quienes recogieron el premio, los pequeños pelotaris se hicieron notar en las gradas. Fueron los vecinos del grupo de danzas Artie Dantza Taldea de Gautegiz-Arteaga los que subieron inmediatamente después. En el año que cumplen su primer siglo de existencia, quisieron recalcar el apoyo de un pueblo que en su gran mayoría ha pasado por la agrupación en un momento u otro. La trabajo de cuidar de los mayores también fue recompensada la Residencia Arrotegi, con una experiencia de 110 años, cumplidos este mismo verano. Otra labor indispensable, pero en este caso en el ámbito festivo, es el que acomete la pareja formada por Mari Barruetabeña y Pedro Zabala, encargados de bajar la figura de Antero el primer día de fiestas de Lekeitio. Y si ha habido un instrumento relacionado con cualquier fiesta euskaldun ha sido el txistu, que siempre hizo sonar de forma alegre Joseba Foruria, decano de Busturia en esas labores.
Hubo premios para la concienciación del medio ambiente en la figura de Alberto Santolaria, que invitó a los asistentes a pararse a pensar y a cambiar los hábitos de consumo de productos plásticos. Y también recibió su Hemendik Saria un deportista pionero muy unido a la naturaleza como Craig Sage, que aunque no pudo asistir, dejó grabado en vídeo su agradecimiento. Sin perder la mar de vista, en este caso lo que aporta al plato, un buen exponente es Conservas Campos. No faltó entre los premiados un proyecto que pretende realzar la cesta punta y hacer participe a la mujer como Xistera. Y en las labores de realzar, en este caso la memoria histórica trasmitida mediante la cultura, destacan los componentes de la plataforma Lobak, que invitaron a quien quisiera unirse a la causa. Por último, recibieron su galardón el grupo de señoras de Kortezubi encargadas de cuidar la parroquia y el antiguo alcalde del pueblo Jose Antonio Bastegieta, que fiel a su manera de ser le costó soltar el micro cuando empezó a contar algunas de las vicisitudes vividas. Acompañaron a los premiados María Uribe, Joseba Anzola y Tomás Olarte de Acciona. De DEIA no faltaron Kike Hermosilla, Josu Molinos, Iñigo Aspiunza y Joana Pérez.