BILBAO - Los dos radares que controlarán el exceso de velocidad de los vehículos que circulan por alameda Rekalde ya están instalados para que comiencen a funcionar el próximo 1 de agosto. A partir de ese día, los coches que excedan los 50 kilómetros por hora serán sancionados con importes que pueden superar los 300 euros.
Esta es una medida que, junto a los aparcamientos en una de las direcciones y la señalética al Museo Guggenheim, pretende tranquilizar el tráfico en una de las vías urbanas en las que más velocidad llegan a coger los vehículos, según reconocieron la pasada semana los concejales de Obras y Servicios, Ricardo Barkala, y Circulación, Alfonso Gil.
20.000 al día De hecho, ambos ediles admitieron que incluso se había detectado, aunque no recientemente, algún vehículo circulando a 150 kilómetros por hora. Por alameda Rekalde circulan cada día 20.000 vehículos de entrada y salida. Hasta hace poco, cuando el Ayuntamiento procedió a cambiar la regularización de los semáforos para evitar que todos se pusieran en verde al mismo tiempo, lo que animaba a los vehículos a circular más rápido, la media de velocidad se situaba entre los 60 y los 80 kilómetros por hora, elevada para un tramo urbano en el que hay comercios, terrazas y vecinos.
A la peligrosidad de esta situación se añadían la polución y el ruido, sobre todo por la noche. Las protestas protagonizadas por los vecinos han sido atendidas por el Consistorio que ha decidido implantar una serie de medidas correctora, entre ellas la colocación de dos radares que fueron instalados ayer, uno, a la altura de alameda Mazarredo, y otro, entre los número 25 y 27 de alameda Rekalde, entre Colón de Larreategi y Henao.
Alameda Rekalde es una vía de doble sentido de circulación, con dos carriles por sentido, con “alta intensidad” de tráfico por su condición de acceso a Bilbao. Conecta el distrito de Abando con la red metropolitana de alta capacidad, el aeropuerto y los barrios del norte. A lo largo del tramo existen cuatro paradas de autobús que realizan la parada en el carril de circulación. Todos los pasos de peatones de alameda Rekalde están semaforizados y de noche se encuentran descoordinados, para tratar de aminorar la velocidad de los vehículos.
Con las medidas adoptadas por el Ayuntamiento de Bilbao, las áreas implicadas en el proyecto esperan ajustar la velocidad del tráfico a los límites establecidos, reducir la siniestralidad, disminuir la contaminación acústica y mejorar la convivencia y calidad de vida de los vecinos de la calle.
La portavoz de la asociación de vecinos Foro Cívico, que solicitó la adopción de medidas para calmar el tráfico en esta zona, mostró ayer su satisfacción por la instalación de los radares así como por el resto de medidas que van a ser adoptadas en la zona. “Estábamos muy preocupados por la gravedad de la situación y por los accidentes que podían ocurrir como consecuencia del exceso de velocidad”. - O. Sáez