Barakaldo - Detrás de cada evento, de cada fiesta, hay un grupo de personas que ha trabajado previamente de forma intensa para organizar todos y cada uno de los atractivos con los que cuenta el festejo. El próximo sábado, El Regato volverá a disfrutar y ofrecer lo mejor de sí mismo en una nueva edición de la Fiesta de la Cereza, un evento con el que esta zona de Barakaldo recuerda su pasado y alegra su presente. Ese día, la Comisión de Fiestas de la asociación Roke Deunaren Gereziak verá culminada toda su labor en una decena de actividades entre las que, como novedad, se incluye una romería. Hegoa Maseras es una de esas personas que trabaja para hacer posible que la fiesta reine en El Regato el próximo sábado. “Esta es una fiesta de todos y para todos. Nosotros, como comisión, es cierto que coordinamos un poco todo, pero los vecinos ayudan en todo lo que pueden y eso es de agradecer”, asegura Hegoa, quien se encuentra “muy orgullosa y contenta de trabajar para que la fiesta de mi pueblo salga adelante”.
Ese es el sentimiento que hay en El Regato, el de ser un pueblo dentro de una ciudad como Barakaldo y en ocasiones como el próximo sábado quieren demostrarlo. “Va a haber un gran ambiente en Barakaldo y me gustaría animar a la gente para que venga hasta El Regato para disfrutar”. La Fiesta de la Cereza se celebraba ya en El Regato allá por la década de los años 30, pero la llegada del franquismo frenó en seco esta celebración. Parecía que, definitivamente, esta fiesta iba a quedar olvidaba en el baúl de los recuerdos, pero en 2006 un grupo de vecinos apostó por retomar la celebración. “Siempre que he podido he ayudado en la organización de las fiestas y, tras años viviendo fuera, desde el año pasado estoy dentro de la organización. Para nosotros la Fiesta de la Cereza es una manera de rememorar nuestro pasado y también dinamizar nuestro pueblo”.
La decisión que tomaron los vecinos en 2006 ha sido todo un éxito, ya que, año tras año, la afluencia de personas a esta fiesta ha ido creciendo. “Es una fiesta que está funcionando muy bien. Se celebra en una fecha muy propicia y se festeja en estos días porque es cuando, en principio, empiezan a salir las cerezas”, precisa Hegoa. Antiguamente, a principios de junio, El Regato se convertía en un gran campo de cerezas que teñían de rojo zonas como Tellitu, Malacuesta, Treskilotsa y Santa Lucía entre otros. “Las cerezas de El Regato se vendían en el mercado de Barakaldo, Bilbao, e incluso llegan a decir que se vendieron también en Laudio”, explica Hegoa. Ella no faltará el sábado a su cita con la Fiesta de la Cereza, aunque lo hará teniendo que trabajar.
“Me levantaré a las siete de la mañana para acabar de preparar lo que falte por hacer. Vives la fiesta de una forma muy diferente, es duro pero ver a la gente disfrutar con lo que has preparado es un auténtico placer. Me produce auténtica satisfacción es una sensación totalmente diferente y que es difícil de explicar”, indica esta mujer de 31 años.
Esta fiesta pone en escena el espíritu de El Regato, el pulmón verde de Barakaldo, y serán los propios vecinos quienes den color a la cita. Así, cerca de una veintena de residentes en esta zona de la localidad llevarán a cabo una representación el sábado a las 13.30 horas en la que mostrarán los diversos oficios que se desempeñaban antiguamente en El Regato. “Llevan casi todo el año trabajando para este día y va a ser algo muy bonito”, reconoce Hegoa.
futuro La Fiesta de la Cereza de El Regato ya está consolidada en el calendario de eventos de Barakaldo, pero desde la Comisión de Fiestas de la asociación Roke Deunaren Gereziak siguen trabajando en construir el futuro de la fiesta. “Me gustaría que este día creciese, ojalá podamos ampliar la fiesta en un futuro porque vemos que tiene tirón”, desea Hegoa. Mientras tanto, tras el sábado, Hegoa y sus compañeros se afanarán en terminar de confeccionar la programación festiva de San Roke, patrón de El Regato, un lugar que gracias a la labor de personas como Hegoa, recordará su pasado en la Fiesta de la Cereza.