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Maialen Olabe: “Las personas jóvenes no somos conscientes del riesgo que supone subir cosas a las redes sociales”

Maialen Olabe fue elegida en junio presidenta del Consejo de la Juventud de Euskadi. Ha llegado al cargo con 23 años pero con una gran trayectoria en movimientos juveniles

Maialen Olabe: “Las personas jóvenes no somos conscientes del riesgo que supone subir cosas a las redes sociales”Oskar Martínez

BILBAO - Maialen siempre ha sido una joven muy comprometida socialmente. En su pueblo, Plentzia, en la universidad, en asociaciones juveniles... y desde hace unos meses en el Consejo de la Juventud de Euskadi (EGK). Llegó a la presidencia desde Bizkaiko Gaztetxoen Koordinakundea. Se considera una afortunada porque apenas ha pasado tiempo desde que se graduó en Ciencias Políticas (UPV) hasta lograr un empleo estable. Y como es consciente de que el “mayor problema de la juventud es el desempleo”, lucha desde su puesto para que las administraciones hagan todo lo posible por solucionar esta situación que se ha hecho crónica.

Aunque apenas lleva unos meses en el cargo, ¿contenta con el trabajo que desarrolla?

-Sí, es una experiencia diferente. Venía con un poco de miedo, pero ahora estoy muy bien.

¿Qué es el Consejo de la Juventud de Euskadi, que seguramente muchos jóvenes lo desconocen?

-Intenta hacer un poco de puente entre las personas jóvenes y las administraciones. Nuestro trabajo es intentar que se escuche la voz de la juventud.

¿De qué forma lo hacen?

-Tenemos acuerdos con las diferentes diputaciones y ayuntamientos para trasladar a esas instituciones lo que dentro del Consejo se trata y debate.

¿Hasta que se creó el Consejo cómo se hacía esa interlocución?

-A través de las personas mayores que representan a la sociedad, también a las personas jóvenes. Hacían las cosas pensando qué podía ser bueno para nosotros pero sin habernos escuchado.

¿Por quién está compuesto el Consejo de la Juventud de Euskadi?

-Por 60 asociaciones.

¿Cuál es el método de trabajo?

-Tanto esas asociaciones como las personas que vienen a los grupos de trabajo de cada área crean un discurso, y cuando ya está trabajado se lleva a las administraciones.

Dice que hay 60 asociaciones juveniles. ¿Son muchas o pocas? ¿Existe cultura del asociacionismo en Euskadi?

-En estos momentos, el asociacionismo no es lo que más se lleva entre las personas jóvenes. Es una de las cosas por las que EGK está intentando cambiar el punto de vista.

¿Cuáles son sus objetivos?

-Queremos seguir manteniendo las asociaciones que tenemos dentro e intentar llegar a esas personas que no se han comprometido con una asociación o que no han conocido el asociacionismo y tienen inquietudes.

¿Cuál es la mayor preocupación de los jóvenes actualmente?

-El desempleo. El salto de salir de estudiar, tanto un ciclo formativo como la universidad, y encontrarte de repente con no saber adónde ir, esa es una de las cosas que más preocupa a las personas jóvenes.

¿Cuál es la alternativa?

-Seguir formándote, seguir estudiando, pero muchos piensan para qué, si no me va a contratar nadie.

Y si les contratan...

-Los trabajos son precarios. Estamos en una situación en la que salimos de estudiar y no tenemos un trabajo digno. Y así, sin tener un buen empleo, no se puede empezar a crear tu plan de vida. No nos podemos emancipar.

Les ha pillado la crisis de lleno.

-Sí. Todo esto es lo que ha creado la crisis, y nosotros nos encontramos en medio. Realmente la gente no se da cuenta, no es consciente de la situación que tenemos las personas jóvenes. Está muy difícil.

A muchos no les queda más remedio que emigrar...

-Sí, aunque el País Vasco no es uno de los sitios donde más se marchan las personas jóvenes.

Tampoco se pueden emancipar por que la vivienda está muy cara.

-El acceso a la vivienda es muy complicado. Ahora se está dando más el tema del alquiler, pero con el alquiler siempre surge la duda de si estás gastando lo que pudieras invertir en comprar una vivienda. Pero esto último es mucho más complicado.

¿Qué están haciendo las instituciones para revertir esta situación?

-Sabemos que están trabajando en ello, aunque podrían hacer más. Pero para eso estamos nosotros, para que sigan luchando.

Usted tiene trabajo.

-Sí, yo he sido una persona con suerte. Yo siempre he estado trabajando en actividades de tiempo libre a la vez que estudiaba, y como quedó vacante la presidencia, ya que Itxaso Andueza lo dejaba, me animaron desde Gaztetxos, que es donde yo estaba.

Recientemente estuvo en la presentación de una campaña sobre el voluntariado que ha puesto en marcha la Diputación Foral de Bizkaia en colaboración con el Consejo de la Juventud de Euskadi. ¿Cómo surgió esta idea?

-Surgió en Astialdi Foroa, que es un grupo de trabajo de ámbito de la educación donde hay diferentes asociaciones de tiempo libre. En ese foro se consideraba que no se valoraba ni se visualizaba el trabajo del voluntariado de tiempo libre educativo. Entonces se planteó hacer algo que pudiera sacar ese valor y lo presentamos en la Diputación Foral de Bizkaia.

Les dieron el visto bueno y ya está en marcha la campaña #IzanZuAldaketa. ¿Qué objetivos persigue?

-Poder atraer a personas que no conocen el voluntariado o no se han atrevido a participar y, a la vez, sacar el trabajo que hay tras el voluntariado.

¿La juventud vasca está comprometida socialmente?

-Yo creo que sí hay interés por parte de las personas jóvenes, pero muchas veces hay miedo.

¿Miedo a qué?

-A no poder hacerlo. Como la mayor parte de las personas jóvenes estamos metidas en tantas cosas, uni, idiomas... pensamos que lo que podemos aportar es muy poco porque no tenemos tiempo y la realidad es otra. Las asociaciones se adaptan al tiempo que las personas jóvenes tienen.

¿Cuál es otra de las preocupaciones de los jóvenes tras el empleo?

-Los temas de igualdad. Es un ámbito en el que especialmente hay una concienciación mayor por parte de las mujeres, porque quizá somos las que la sufrimos.

¿Cómo se combate ese problema?

-Con educación. En este tema lo importante es trabajar desde que son jóvenes. Decirles que no hay diferencia entre hombres y mujeres, que tenemos los mismos derechos a la hora de cobrar, de trabajar en casa... y eso va en la educación, en los valores que se transmiten en las familias.

¿Y qué me dice del botellón?

-Es un tema que lo queremos plantear el año que viene en el Consejo, debatirlo, tener nuestro propio discurso para poder intervenir entre las personas jóvenes y la administración y poder ayudar a gestionarlo. Porque el problema del botellón es que molesta a los vecinos y ahí tenemos que escuchar a todas las partes y buscar un punto intermedio.

¿Y de las redes sociales?

-Tienen un parte buena y otra mala.

Empiece por la buena.

-Facilitan mucho poder llegar a otras personas, poder movilizarse, poder relacionarse con otras personas que están en la otra parte del mundo.

¿La mala?

-Hay varias. Una de ellas es que no somos conscientes del riesgo que supone subir cosas a las redes sociales. Ahora mismo, se pasa una foto por las redes sociales y no hay vuelta atrás, la conoce todo el mundo.

¿Qué se puede hacer en este tema?

-Sería interesante que se trabajara en los colegios o donde sea para que las personas jóvenes conozcan qué riesgos tiene subir una foto a las redes sociales. Las redes sociales están dando muchos problemas en las relaciones, es una forma de controlar. Y hay otro aspecto.

¿Cuál?

-Pues que tenemos la mala costumbre de dirigirnos mucho por las redes sociales, sobre todo por Facebook y Whatsapp, y quizás nos olvidamos de lo que es estar cara a cara.

¿La juventud vasca es participativa?

-La situación que hemos vivido aquí, en el País Vasco, siempre ha sido la de participar. Lo que pasa es que ahora hay una sociedad quemada por la complicación que supone encontrar trabajo. Si buscas trabajo lo último que te apetece es participar.