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[Fotos:]Aplausos a los pies del Jata

Mungia se llenó ayer del cariño que profesan a su comarca los quince elegidos este año para recoger uno de los Hemendik Sariak que cada año, y ya van nueve, entrega DEIA a las personas y empresas que hacen Uribe-Butroi

[Fotos:]Aplausos a los pies del Jata

Olalde Aretoa de Mungia rebosó de luz, dando la bienvenida a los muchos que ayer acudieron a este centro para presenciar la IX edición de los DEIA Hemendik Sariak. Estos galardones premian cada año la labor de las personas que día a día construyen Mungialdea con el monte Jata de telón de fondo. La gala contó con la actuación de José María Arregi Abesbatza, que llenó de solemnidad el patio de butacas.

Emoción. Esa es la palabra que define lo que ayer se vivió en esta entrega de premios que contó con el periodista Xabier Lapitz como maestro de ceremonias. Ager Izagirre, alcalde de Mungia, tomó la palabra y resaltó el valor de Olalde Aretoa como impulsor y referente de la cultura. “Pero los edificios, por muy bonitos que sean, no valen para nada si no los usan y los disfrutan las personas”, resaltó. Por su parte, Bingen Zupiria, director de DEIA, destacó que información local, el deporte y la política conforman las tres patas de la labor informativa de este periódico. Después, los 15 premiados subieron al escenario uno a uno a recoger su galardón. Entre ellos estaba, Alfonso García Laraudogoitia, hombre implicado en la vida de Maruri-Jatabe, que explicó que los cabezudos que ha elaborado para las fiestas de la localidad son personajes de la mitología vasca. De la vecina Laukiz es Txetxu Urrutia, txistulari y panderojole, que subió al escenario a recoger el premio con sus nietos, a los que Xabier Lapitz animó a seguir con la afición musical de su aitite.

Mikel Bengoa, al frente de la Herriko Taberna de Meñaka, y también premiado, destacó que entre sus fogones impera esa cocina tradicional que le enseñó su madre. Y también contribuye a la buena mesa y hace comarca a través de su buen txakoli, la bodega Doniene-Gorrondona de Bakio. Itziar Insausti, su enóloga, destacó que han concluido con la vendimia. “Acabamos de recoger la uva y estamos contentos. Cada año tiene sus dificultades, pero al final salen las cosas”, y resaltó que una de las claves para hacer un buen txakoli es la uva y los personas que trabajan para elaborarlo. Lo mismo ocurre en el caso de Larrabe Oilotegia.

Marivi Aurtenetxe es una mujer implicada en la vida social y cultural de Fruiz y por su dedicación recogió uno de estos premios. Muy de su comarca, también es la pediatra María José López. Y ejemplo para todos: la familia Uriagereka por su labor de incusión de personas con discapacidad. Emotivo fue el momento en el que le dio el galardón la teniente alcalde de Fruiz, Ane Legarretaetxeberria, que además es hija de la homenajeada. Pedro Antonio Santamaría, vecino de Gatika que se volcó en la escritura cuando le diagnosticaron Parkinson, recogió el premio acompañado de un amigo que fue su voz y leyó el bello agradecimiento que Santamaría había preparado. Los componentes del grupo de voluntarios de Protección Civil de Mungia llenaron el escenario con sus chalecos naranjas. El Bizkaia Saria recayó en Koopera, que sigue apostando por la inclusión social. También se reseñó la labor de los señores de Arrieta que cada año trasladan a su Virgen hasta San Juan de Gaztelugatxe e Ibinarriaga Muebles. La nota deportiva la pusieron los miembros de Mungia Saskibaloi Taldea y la rojiblanca Marta Perea.

En las butacas de la sala se encontraban dando su calor Andoni Manso, Estibaliz Hernaez, Alaitz Erkoreka, Erlantz Urresti, Nagore Torre, Bakarne Egia, Igor Torrontegi, Markel Domínguez, Aitor Ugarte. Por parte de DEIA, Iñigo Aspiunza, Carlos Basterretxea, Itziar Leal, Kike Hermosilla y Joana Pérez.