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La ampliación de Punta Sollana duplica el atraque y su superficie

El nuevo espacio ganado al mar ya ha entrado en servicio para los tráficos de graneles

La ampliación de Punta Sollana duplica el atraque y su superficie

Bilbao - La ampliación del dique de Punta Sollana ya ha entrado en servicio para los mercantes que traigan o se lleven graneles líquidos y sólidos del Puerto de Bilbao.

Es la última obra de ampliación ejecutada por la Autoridad Portuaria (APB) que va a permitir duplicar tanto la línea de atraque de los barcos, de 350 a 680 metros, como la superficie para acopiar los materiales a transportar, ha pasado de 25.000 metros cuadrados a 45.000.

La nueva superficie ganada al mar se ubica en la zona industrial del Puerto de Bilbao, en Zierbena, y su construcción era necesaria ya que el espacio para estos tráficos se había colmatado. Habas de soja en importación, material de cantera de exportación al norte de Europa, briquetas, chatarras... son algunos de los materiales que se transportarán desde las nuevas instalaciones.

En la construcción de estos 330 nuevos metros de dique, que cuenta con una anchura útil de 60 metros y un calado de 20, se han empleado aproximadamente 20.000 bloques de hormigón de ocho toneladas y 3.000 de 75 toneladas. Asimismo, se ha utilizado un millón de metros cúbicos de relleno, repartidos en un 20% de escolleras de hasta 500 kilos y un 80% en producto de cantera.

Una labor que ha costado mucho tiempo ejecutarla, un total de cuatro años. Carlos Alzaga, director de la APB explica a DEIA que la razón ha sido que “durante los inviernos no se podía trabajar ya que, aunque estamos al abrigo del dique de Punta Lucero, el mar bate con fuerza en este punto”.

De hecho, el crecimiento del dique en forma quebrada se ha acometido también “para reducir los efectos del oleaje del norte que produce problemas de rebase en la explanada de Punta Sollana”, explica Alzaga. El coste de la construcción ha supuesto algo más de 40 millones de euros, de los cuales una pequeña parte, 3,53 millones, ha llegado de Unión Europea. El resto ha salido de los recursos propios de la Autoridad Portuaria.

Innovación medioambiental Las obras además han contado con una innovación medioambiental de calado. El Puerto de Bilbao ha sido pionero en toda Europa a la hora de utilizar un hormigón con una mayor densidad, lo cual ha permitido utilizar menos cantidad de bloques (tienen más peso) para componer el espaldón donde golpean las olas que llegan del mar.

El director de la APB explica cómo “para conseguir ese hormigón más denso, hasta 2,65 toneladas por metro cúbico, se ha usado un producto generado en las acerías y que supone un problema medioambiental”. Se trata de un árido siderúrgico procedente del reciclado de las escorias negras, definidas como subproducto industrial, que se crea en la fabricación del acero común en los hornos de arco eléctrico de distintas acerías de Bizkaia.

“Hemos estado experimentando con esta fórmula desde hace unos años y está siendo un éxito”, atestigua el responsable portuario. Porque, además, tiene otra derivada. A resolver un problema medioambiental y construir un dique más pequeño pero igual de resistente se une un ahorro económico. “Con esta innovación hemos conseguido reducir el presupuesto en un millón de euros respecto a lo inicialmente previsto”. indica Alzaga.

Esta mejora de la operativa portuaria, unida a la labor comercial, permitirá al Puerto de Bilbao pasar de los 4,5 millones de toneladas de sólidos que movió e 2015 a los 5,8 millones de toneladas en 2020.