Miguel A. Pardo

Barakaldo - Cuando las cosas cuestan mucho trabajo y esa intensa labor obtiene el fruto deseado la sensación es muy gratificante. Ese es el sentimiento que debe recorrer en estos instantes el cuerpo de Koldo López, el creador del libro La Guerra Civil en Barakaldo, una obra que, a través de sus 434 páginas recoge la historia barakaldarra entre los años 1931 y 1950. República, guerra y posguerra se unen en este libro que Koldo ha preparado durante 15 años. “Ha sido como un parto, todo empezó como un trabajo para la universidad y ha acabado desembocando en un libro”, reconoce este profesor de Historia de 37 años.

Su pasión por la historia y la curiosidad por lo que ocurrió en aquella oscura época en su entorno alimentaron el proyecto de Koldo que ya, habiendo vendido más de medio millar de ejemplares, va por su segunda edición. “La acogida que está teniendo es magnífica, me ha sorprendido muchísimo”, explica ante la placa que fue colocada en el parque de Los Hermanos en uno de los muros de lo que antiguamente fue un colegio y que tuvo que reconvertirse en hospital militar en tiempos de guerra. En esta obra se entremezclan datos como los casi 2.000 niños que tuvieron que ser evacuados, listados de muertos, pasajes de la historia acaecidos en Barakaldo, una localidad que era vital para la conquista de Euskadi por parte del bando franquista. Pero especial peso específico adquieren los más de 30 testimonios de aquellas personas que fueron testigo de todo aquello que sucedió en aquella época. “Haciendo las entrevistas mucha gente se me echó a llorar. Abrían el baúl de los recuerdos de todo aquello que vivieron y era duro. Les estoy agradecidísimo y, por desgracia, solo tres de ellos siguen vivos”, reflexiona.

La labor de un historiador es recopilar datos, acudir a archivos y a la memoria colectiva y, cruzando todas esas informaciones, tratar de llegar a la mayor exactitud y fidelidad posible para poder contar qué ocurrió. En el caso de Koldo no ha sido fácil, ya que, en unos casos, había gente que prefería no hablar de dichas cuestiones, en otros, las fechas y los datos bailaban y a veces faltaban archivos y documentos y, los que había, no decían toda la verdad. “Vas cruzando datos y testimonios y, muchas veces, te lleva al camino que creías que habían adquirido los acontecimientos pero, en otras ocasiones, te llevan a un escenario que ni siquiera podías haberte imaginado”, indica Koldo quien, desde que se puso manos a la obra con este trabajo, ve “de forma diferente el municipio. Ves las cosas con más perspectiva y encuentras explicación a otras muchas cosas”. En Euskadi en general y en Barakaldo en particular tuvo una gran importancia la decisión tomada por el Batallón Gordexola que, finalmente, no volaron la industria siderúrgica de la zona, que era el único sustento que tenía Ezkerraldea. “La tesitura en la que se vieron aquellos gudaris era muy complicada. Qué vas a hacer, destruir lo que te da de comer. Al parecer, hicieron una asamblea y, a mano alzada, decidieron no volarla”. Toda aquella historia no está exenta de polémicas y mitos. “Fue una entrega pacífica. Se fue entregando Barakaldo por puntos”, desvela Koldo.

Nuevo libro Curiosamente, en el periodo transcurrido desde que La Guerra Civil en Barakaldo saliese publicado, ha habido personas que se han acercado a Koldo para transmitirle detalles y testimonios sobre aquella época. “A raíz de este libro hay gente que me ha dado nuevos detalles, me ha contado historias y me gustaría poder hacer otro libro. Quedan muchas historias de la guerra por contar”, indica. De una forma u otra, esta obra trata de rescatar la memoria histórica, que no se olvide todo aquello que ocurrió. “Hay que trabajar en esta cuestión. No sé si despolitizándola o mojándose las formaciones políticas, pero hay que hacer esa labor histórica sin querer sacar réditos políticos de ello”, concluye Koldo, el narrador de la Guerra Civil en Barakaldo.