Portugalete - Suelen estar en un segundo plano, pero los guías turísticos son una ventana que se abre y que permite que la ciudadanía conozca las bondades y los detalles de muchos lugares. La basílica de Santa María de Portugalete es uno de los grandes símbolos de la villa jarrillera, pero también es una de las grandes incógnitas del municipio. Con el objetivo de que el templo sea, cada vez, menos desconocido, Javier López es, desde 2013, una de las personas que se encarga de hacer las visitas guiadas a este auténtico monumento que comenzó a construirse en 1492. “Nuestro objetivo no es otro que dar a conocer la basílica, dinamizarla y que la gente descubra detalles de Santa María”, explica Javier, un químico jubilado que, a sus 72 años, no para de dar forma a actividades.
Estas visitas se desarrollarán hasta el próximo 30 de septiembre y contarán con una quincena de personas que han sido formadas para mostrar a la ciudadanía los diversos detalles de Santa María. “En estos cuatro años que llevo haciendo estas visitas guiadas he aprendido muchísimas cosas de la basílica. Cada día aprendes cosas nuevas, caes en detalles diferentes. Hay muchas cosas de Santa María aún por descubrir”, indica Javier, un jarrillero de pura cepa que tiene especial orgullo por mostrar a sus vecinos uno de los grandes emblemas del municipio. “A estas visitas vienen turistas procedentes de muchos lugares pero, sin duda alguna, lo más bonito es enseñar la basílica a los vecinos de Portugalete. Suelen ser los más sorprendidos porque han entrado muchísimas veces a Santa María y no han reparado en infinidad de detalles que se descubren en estas visitas”, señala este hombre que ha hecho de su jubilación un periodo de gran actividad, puesto que, tras acabar su periplo laboral, estudió la carrera de Filología Hispánica.
Hacer de guía en estas visitas no solo requiere ser un libro abierto acerca de la historia y los detalles de la basílica -Javier lo es y lo demuestra en su discurso- sino que también hay que ser un poco psicólogo para ver qué tipo de información requiere cada grupo que hace la ruta. “Hay que adaptar las explicaciones a cada tipo de grupo para ofrecerle una visita acorde a sus necesidades, al tiempo que tienen para ver la basílica...”, indica Javier. Estas rutas por los secretos de Santa María suelen tener una duración de una hora aunque, como todo, el tiempo de la visita depende mucho del ritmo de la misma, las dudas de los visitantes... “Mi reto es explicar cada vez de una forma diferente la historia del templo. No puedes hacer todas las visitas igual, tienes que innovar, hacer cambios y ser flexible para que los visitantes aprendan lo máximo posible”, remarca Javier. Sin recargar de datos que puedan confundir al usuario y yendo a la esencia y el impacto que ha tenido la basílica en Portugalete. En el interior del templo se ve a Javier en su hábitat natural y dando detalles de muchos de los elementos que componen un edificio, simplemente, espectacular. “Es increíble que un pueblo como Portugalete que, por aquel entonces (siglo XV) tenía unos mil habitantes, tenga una basílica de estas dimensiones”, reflexiona este guía por afición. Desde el suelo hasta la base del pararrayos hay una altura de 45,3 metros, mientras que el campanario está a casi 23 metros de altura. “El retablo pequeño es espectacular. Es mi favorito a la hora de enseñar en las visitas. Es de estilo manierista y todas la figuras están en movimiento, es una joya”, señala Javier.
Guión del dvd
Posiblemente, Javier sea una de las personas que más sabe de Santa María y sus conocimientos han quedado plasmados a la hora de elaborar el guión del DVD que han editado los Amigos de la Basílica para que los visitantes puedan comprar como recuerdo.
“Ha sido una experiencia muy bonita. Es un trabajo que ha hecho Iñigo Cobo y en el que se pueden ver muchos detalles que, a simple vista, no se aprecian”, señala Javier, quien será una de las personas que presente mañana este trabajo en el centro cultural Santa Clara. De esta manera, se dará una nueva dimensión a los secretos que oculta la basílica de Santa María tras su imponente figura. “Hemos heredado este precioso patrimonio y debemos cuidarlo y enriquecerlo”, concluye Javier, el guía que ayuda a los visitantes a desvelar los secretos de Santa María.