José Fernández de la Sota presenta su biografía del artista Aurelio Arteta en la Librería Cámara de Bilbao
AQUEL flirteo de Pichichi con Avelina Rodríguez Miguel, la mujer con la que terminaría intercambiando alianzas -un cortejo de certero efecto, una fina puntería- quedó eternizado en colores, en un óleo multiplicado en múltiples escenarios y en multitud de versiones. El Diálogo en los campos de sport ha ampliado y ampliado sus palabras con el paso de los años, desde aquel 1920, desde los comienzos del siglo que arrancó industrial, se esfumó tecnológico y avanzó, siempre rojiblanco, en Bilbao.
El testigo del idilio del hombre que es sinónimo de gol y su novia fue un artista de manos melancólicas y costumbristas: Aurelio Arteta (Bilbao, 2 -XII-1879, México, 10-X-1940). Su visión contemporánea se vio atormentada por la Guerra Civil, que le conduciría al exilio a México con su familia, donde moriría en un accidente ferroviario. Sobre sus andadas, sus pinceladas, sus idas y venidas, su talento e inspiración versa Aurelio Arteta, los trabajos y los días, la biografía que firma José Fernández de la Sota y de la que es portada la obra que muestra a Pichichi y su chica. “Hay gente a la que la historia ha olvidado por ilustre y hay ilustres históricamente descuidados”, considera el poeta bilbaino sobre el pintor que en 1932 recibió el Premio Nacional de Bellas Artes por Los náufragos.
José Fernández de la Sota (Bilbao, 1960) es autor de una veintena de publicaciones de poesía, narrativa y ensayo y ha sido galardonado con el Premio Euskadi de Literatura en dos ocasiones. Ayer, al calor y color de la Librería Cámara, de la que cuelgan publicaciones del techo y en la que hasta los sofás tienen letras, el escritor presentó su trabajo sobre Arteta, entre amigos, al abrazo de Javier Cámara y Mari Carmen Tobalina, dos de las personas que están al frente de este espacio de literatura -cuyos rincones suman más de 80 años-, y también, con el guiño cómplice de Javier Viar, director del Museo de Bellas Artes de Bilbao. “Es un libro muy bien documentado y muy bien escrito, apetecible de leer y de seguir sus vericuetos”, comentó el responsable de la pinacoteca de las artes bellas.
José María Arriola, Blanca Sarasua, Alfonso Ausín, Ignacio Álvarez, Juan Mari Lesma, Ana Alonso y Santi Martínez fueron algunas de las personas que acudieron a la presentación de la biografía del hombre del que Indalecio Prieto destacó su timidez, “que suele ser forma acusadísima y a veces desmedida de la dignidad personal”. El libro reproduce cuadros como El puente de Burceña, la serie La mina, La fundición y El ferrocarril y los mezcla con las palabras, con los retazos de la vida del artista que sabía que solo quería pintar, con sus días y sus trabajos.
Escucharon las palabras de Fernández de la Sota ayer también Julio Flor, Joseba Viar, Jon Cortázar, José Ramón Blanco, Ana González y Francisco Puerta. Así, Arteta vuelve al presente, colorea la actualidad, porque este libro es parte del proyecto Bilbainos recuperados, impulsada por la Fundación Bilbao 700.