La selección española de personas refugiadas y un combinado de voluntarios de la UEFA se han enfrentado en la tarde de este martes en un partido impulsado por la Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, y por la Federación Española de Fútbol, que ha pretendido convertirse en "un evento especial que celebra el poder del fútbol como herramienta de integración".
El amistoso se ha disputado frente al Teatro Arriaga y ha reunido a jóvenes refugiados de países como Afganistán, Mali o Ucrania que han viajado desde Madrid "para demostrar cómo el deporte puede derribar barreras culturales, fomentar el espíritu de equipo, la cohesión social y la solidaridad", según ha indicado ACNUR.
El partido ha contado con el apadrinamiento del embajador de la final de la Europa League, Aritz Aduriz. También ha estado el presidente de la RFEF, Rafael Louzán, que por la mañana se ha reunido con su homólogo de la Vasca, Javier Landeta.