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La fotógrafa erandiotarra Bego Elexpe apuesta por las emociones

Ahora trabaja en varios proyectos, como una serie de instantáneas de mujeres mastectomizadas

La fotógrafa erandiotarra Bego Elexpe apuesta por las emociones

Erandio - No le basta con pulsar el botón y capturar una imagen bonita. No quiere simples retratos. No quiere miradas lánguidas. No quiere posados perfectos y vacíos. No quiere tomar distancia con los retratados. Bego Elexpe se moja. Se implica. Se sumerge en las historias y los sentimientos de aquellos que se atreven a ponerse ante su cámara. No pretende robarles el alma, pero sí acariciarla. Y hacerla danzar. Porque lo que busca son fotografías descaradas, y sobre todo, cargadas de sentimiento. Belleza, transgresión, ternura y alegría de vivir. Quizá sea esa la fórmula que define el trabajo de esta fotógrafa erandiotarra. No todos los clientes se atreven a subirse a ese carro, pero cuando le dan carta blanca para dar rienda suelta a su creatividad, “que es la mayoría de las veces”, la lente de Bego resplandece y cobra vida para capturar imágenes potentes y preciosas. La esencia Elexpe en estado puro.

Esta joven de Astrabudua creció influenciada por los dibujos y las melodías del violín de su madre. Así que, con la marca de la creatividad y del arte grabadas en la genética, estudió diseño gráfico y, aunque trabajó en diversos sectores, nunca dejó de dibujar, de diseñar tatuajes... Fue hace cosa de diez años cuando comenzó a sentir curiosidad por la fotografía. Se compró su primera cámara de fotos y empezó a coleccionar máquinas antiguas. Nació su pasión por este arte. “Siempre me ha gustado dibujar, pero descubrí que con la foto captas el momento, el gesto, las sensaciones que transmiten las personas”, explica.

Sus fotografías gustaban y Bego se animó a abrir una cuenta de Facebook para dar a conocer su trabajo. Llegaron los encargos, y completó sus conocimientos autodidactas con formación en Madrid, Milán... Hoy las fotografías de Bego Elexpe llevan un sello inconfundible.

Su pueblo fue testigo de su primera exposición, que tuvo lugar en el centro Josu Murueta de Astrabudua. Llegaron más: en Dock, en el café Bihotza y en el Peso Neto... La taberna restaurante Dando la Brasa, también en Bilbao, será el escenario de su próxima muestra, titulada Soul y que tiene a una mujer afroamericana como protagonista.

Lo suyo son los retratos. Aprecia la belleza y las mil posibilidades que ofrecen los paisajes para la fotografía, pero ella quiere rostros y piel ante su objetivo. Y los retratos de mujeres le gustan especialmente. “La mujer siente diferente. Y también expresa diferente, más intensamente que el hombre”, subraya, poniendo el acento en que a la hora de posar, a la hora de montar una foto, ellas “son más atrevidas, son más transgresoras, más descaradas”.

Proyectos Ahora, Bego Elexpe echa el resto en sentimiento en la puesta en marcha de uno de sus proyectos, una serie de retratos de mujeres mastectomizadas. Madrid es otro de sus objetivos inmediatos, ya que está preparando una exposición que estará en un estudio de tatuaje y que recoge fotos de personas de diferentes partes del mundo. Una geisha japonesa, un hiphopero latinoamericano, un surfer californiano... Son algunos de los personajes que aparecerán retratados en la muestra que está todavía incompleta porque Bego quiere llevar el retrato de un vasco, alguien vinculado al mundo del herri kirolak, quizá un harrijasotzaile o un aizkolari.

Las calles de Bilbao La Vieja se han convertido en testigo de su devenir profesional. Hasta ahora ha trabajado en un espacio de coworking en esta zona, y ahora está a punto de establecer su estudio en este barrio bilbaino en el que confluyen numerosos artistas y jóvenes creadores.

En Erandio, en Bilbao, donde sea: Bego Elexpe es esa mujer que observa la vida a través de la lente para empatizar con aquellos que se plantan ante su cámara. Porque ella no concibe las imágenes vacías. Porque sus tarjetas de memoria no guardan meras fotografías. Atesoran historias.