Barakaldo - Las panaderías son uno de los comercios más cercanos. Allí, tras el mostrador se conocen muchas historias y se ve, a pie de calle, la realidad de la sociedad. Aintzane Bautista abrió hace dos meses junto a su pareja, Sergio Moro, la panadería Politxe en Arteagabeitia y pronto vieron la realidad de los más desfavorecidos de la zona. “Hace mes y medio vimos a un señor con su nieto buscando en la basura. Esa imagen nos removió por dentro, le ofrecimos dos barras de pan y nos las rechazó”, indica Aintzane.
Esa imagen supuso un punto de inflexión y, desde entonces, buscaron la fórmula con la que poder ayudar a los más desfavorecidos. “Cada dos por tres vemos a gente rebuscando en la basura y es algo muy triste y no podíamos quedarnos de brazos cruzados”, explican. Así que se pusieron en marcha hasta hallar la manera de poder ayudar a la gente. “Estuvimos dándole vueltas a la cabeza hasta que, en Facebook, vi que un hostelero de Asturias cada noche, al cerrar, dejaba en una bolsa los pintxos que habían sobrado”, explica Aintzane. Ahí surgió la chispa que encendió la idea de estos dos jóvenes jarrilleros que han establecido en Arteagabeitia su negocio. “Pensamos que por qué no podíamos hacerlo nosotros también y desde el lunes ponemos a la hora de cierre una bolsa con alimentos”, indica la propietaria del establecimiento.
En estos primeros días de experiencia, Aintzane y Sergio también están haciendo probaturas sobre qué productos poner en esa bolsa que puede solucionar la cena de alguno de los desfavorecidos de la zona. De este modo, los txoripanes, empanada, minicroissants y bollos llenan cada noche esa sencilla bolsa. “Sabemos que nosotros damos para lo que damos, que no podemos ayudar mucho, pero si logramos que alguien que lo está pasando mal, lo pase un poquito mejor, pues genial”, indican Aintzane y Sergio.
Hasta el momento, la iniciativa ha tenido éxito. “Esta mañana -por la mañana de ayer- no había nada cuando hemos abierto. Diría que es algo positivo porque significa que hemos ayudado a alguien pero, también es negativo porque quiere decir que hay gente que pasa mucha necesidad”, describe Aintzane. En estos primeros compases de la iniciativa, también son conscientes de que haya personas necesitadas con cierto reparo o vergüenza a coger de la bolsa que, cada noche, estará junto a la persiana del establecimiento. “Hay gente que lo necesita y no se atreve a coger. Esperemos que, con el tiempo, quienes anden mal se animen y cojan”, señala la propietaria de la panadería Politxe. Asimismo, la clientela también ha recibido la iniciativa de buen grado. “Algunos clientes hasta nos hacen propuestas”, señalan.
La iniciativa está dando aún sus primeros pasos y la valoración de los primeros días es positiva. “Nos gustaría seguir haciendo cosas por la gente que lo necesite”, declaran Aintzane y Sergio, dos jóvenes cuyo negocio llega con un pan debajo del brazo.