Alonsotegi - Directamente del campo a la mesa sin pasar por intermediarios. Eleuteria Berasategi y Raúl Otaola comparten los productos ecológicos que cultivan en su caserío del barrio de Zamundi, en Alonsotegi. Lo indica Ekosumendi. Así se llama el sello ecológico que crearon hace tres años con el objetivo de cuidar los productos de temporada, darlos a conocer a través de Internet y acercarlos personalmente a sus clientes. Porque, aunque su cercanía a Bilbao sugiera lo contrario, aseguran que “en Alonsotegi todavía subsisten bastantes huertas y detectamos que los jóvenes van regresando a la tierra”, afirma Raúl.

Decoradora ella y albañil él, fundaron una empresa que se vio afectada por la crisis en la construcción, lo que les obligó a pensar en nuevas alternativas laborales. Entonces Raúl comenzó a trabajar en otra entidad que compagina con su faceta de agricultor desde que se aventuraron a explotar las tierras del caserío familiar más allá del consumo propio. No esconde que “este trabajo te tiene que gustar porque requiere dedicación y constancia”, pero a cambio “ofrecemos algo bueno a la gente”. Ese “algo bueno” sale de tres invernaderos con una superficie de 2.000 metros cuadrados a los que se añaden otros 1.500 metros cuadrados al aire libre en una superficie de “monte soleado”. Estos días amarran los invernaderos ante la amenaza de una ciclogénesis explosiva que ya causó estragos hace dos años. “La fuerza del viento se llevó las estructuras”, justo cuando más necesitaban que la tierra respondiera para promocionarse ante su potencial público.

Ese es un terreno ya abonado en Alonsotegi, donde son muy conocidos entre los vecinos. Fuera de su localidad, están sembrando para recoger con una mezcla de boca-oreja y nuevas tecnologías. El pefil de Facebook de Ekosumendi les ayuda a ampliar la bolsa de clientes. Las personas interesadas en probar su género encuentran allí el número de teléfono en el que pueden contactar directamente con ellos. Aunque barajaron abrir una página web a modo de tienda virtual, han desechado la idea por el momento. Todas las semanas Eleuteria y Raúl reparten los productos frescos puerta a puerta de acuerdo a la misma ruta: martes a Bilbao, viernes, Leioa, Zamudio, Sodupe y Zalla. Dedican una jornada a la capital porque “se nota más demanda en sitios donde no hay huerta”. Eso sí, el trato es el mismo para todos. Recogido el primer pedido, “enviamos por el teléfono móvil una lista de los alimentos disponibles cada semana, “un trabajo añadido que el cliente merece”, dice Raúl. Siembran para recolectar.

Las puertas del mercado se abren también en las ferias. Desde la proximidad de Alonsotegi, Gangas -en Zalla- y Ekokultura, en Sodupe han ido expandiéndose a municipios como Plentzia. Además, “por primera vez estaremos en Santo Tomás”, anuncia Eleuteria.

Tomate, brócoli, berzas, pimiento, cebolla y una amplia variedad de frutas saldrán de su parcela para ofrecerse en el mayor punto de encuentro del agro vizcaino. ¿Qué respuesta esperan encontrar? Más o menos la misma que hasta la fecha. Entre la juventud parece calar más la conciencia de apostar por alimentos que no cuenten con una ayuda externa. “Hay gente mayor que nos dice que si no echamos tal o cual producto a las plantas y la fruta no vamos a poder coger nada. Aunque quizás estéticamente sea más bonito, no tiene nada que ver en cuanto a sabor y ya no digamos si hablamos de salud”, comparan.