TODO sucedió en el nuevo mundo, si es que puede catalogarse así un espacio tan singular como Yimby (en realidad el nombre es un acrónimo de Yes In My Back Yard), un patio de luces del siglo XXI encajado en la primera planta del número 24 de la calle Ercilla, casi besándose con la plaza Moyua. Es uno de los rincones secretos de Bilbao, 1.200 metros cuadrados ocultos, sí; pero al alcance de quienes apuestan por la variedad a la hora de organizar, qué sé yo, reuniones de negocio, convenciones, conferencias, experiencias gastronómicas, talleres, presentación de productos, celebraciones, campan?as de lanzamiento o cócteles de todo tipo y condición...

Ese fue el escenario de vanguardia escogido ayer por Ingrid Betancor y Mayka Casales para presentar la nueva página web y la tienda on line de Rock & Love Shop, una tienda de ropa y accesorios para mujeres con aires salvajes, desenfadados e informales. Ropa para el siglo XXI. Uno escribe la expresión Rock and Love y de inmediato rasguea una guitarra en su recuerdo, unos acordes que te traen viejas baladas de rock como Stairway to heaven, de Led Zeppelin; Something, de los Beatles; la inquietante Wild horses, de los Rolling Stones; o November rain, de Guns N’ Roses, por citar las más legendarias que acuden a su memoria. La nostalgia es una viejo derecho de los adoradores de los cuernos del diablo.

La tienda física que ayer subió al espacio, como si fuese un astronauta de Internet, se sitúa, para las más interesadas, en la calle Gregorio de la Revilla, 13, en pleno corazón de Bilbao. Pero no es ésta una crónica de comerciante -no está escrita con el tono comercial al uso en esos casos...- sino el relato de una tarde que estuvo bañada de sorpresas. La música de trepidantes Djs y el avituallamiento de Sweet & Drink catering alumbraron el camino de un desfile que sirvió de hilo conductor. En él, Cristina García, Alejandra Salazar, Loiola Canales, Nora Paz, Ane Rojo o Libe González entre otras modelos, mostraron las últimas tendencias, el último minuto de la moda que viene o que ya está.

entregados Con semejantes alicientes no fue de extrañar que el local luciese abarrotado. En él se encontraron los jugadores del Athletic Mikel Rico e Ibai Gómez; quien también fuera león, Rafa Alkorta; el presidente de Bilbao Basket, Xabier Jon Davalillo, Eva Maguregui, Ignacio de Diego, Amaia Martínez de Santos, Esmeralda Monje, Garazi Barriuso, voz cantante en Unicef; Julia Diéguez, Jorge Canivell, Paloma Viguera, Cayetana Hurtado, Isabel Espuelas, Cecilia Osaba, Lourdes Martín, Cristina Hernández, Gon-tzal Olabarria, Izaskun Mendieta, Goyo Irureta, Inma Alonso, Mikel Romaña, Idoia Múgica, Ane Gutiérrez, Josune Velasco, Nerea Intxausti y un buen número de invitados que no perdieron la ocasión de sumarse a este recreo para los sentidos.

Por uno esos extraños y contagiosos fenómenos, los ayer presentes lo vieron todo entre verde y rojo. El verde esperanza que distingue a Ingrid y Mayka y el rojo pasión, el color de los globos con forma de corazón que cubrían el suelo frente al muro en el que las modelos (véase la fotografía...) invocaron al demonio.

Y al verlas así, entregadas en su papel, de nuevo me atacó la nostalgia. Recordé a Ronnie James Dio, cantante de Black Sabbath, cuando evocaba a su abuela, de origen italiano, para acordarse que solía curarle el mal de ojo o llamado malocchio con el símbolo de los cuernos o mano cornuta. Era un gesto muy conocido, una superstición que cree alejar el mal de un cuerpo. Al parecer el símbolo es utilizado en muchos pueblos como un mantra gestual para ahuyentar a los malos espíritus. No entrarán en Rock & Love Shop, seguro.