Jon Mujika y Txema Soria son reconocidos en la primera edición de los Premios Magnum
QUIENES les conocen -y quienes les leen- lo saben: estos periodistas son gran reserva. Envejecen -bueno, mejor dicho, cumplen años- entre letras, junto al aroma a periódico, con cuadernos y folios en blanco siempre en la mano y, sobre todo, con ojo avizor y con dedos y cabeza ágiles con las teclas del ordenador. Son de la cosecha de la profesionalidad. Jon Mujika, el habitual arriba firmante, el que cada día se sumerge en el callejón de las botxerías, y Txema Soria, redactor de la crónica social de El Correo, fueron premiados ayer por el establecimiento hostelero Bodega Urbana, que decidió que los primeros ganadores de los galardones Magnum fueran estos testigos y narradores de la vida de Bilbao.
Estos premios se descorchan este año para “reconocer a personas y entidades que ponen en valor la cultura y disfrute del vino, como estos dos periodistas que escriben sobre eventos que se celebran habitualmente con vino”, como explicó la enóloga de esta taberna Ana Martín, que junto a Pepe Hidalgo, fue la anfitriona de este cariñoso acto. Estos dos grandes se llevaron dos grandes botellas Magnum de Señorío de Cuzcurrita, junto con una obra del artista Naiel Ibarrola, donde se plasma ese maridaje entre el mundo del vino y Bilbao. Otro grande, el alcalde de Bilbao,Ibon Areso, fue el encargado de entregar los obsequios a los protagonistas, que esta vez -aunque ya van unas cuantas porque van acumulando distinciones...- posaban para los fotógrafos y no estaban junto a ellos indicando a quien retratar.
Aprovechando la entrega de estos premios -que estuvo amenizada por el infalible y siempre amable txistulari Mikel Bilbao-, Bodega Urbana realizó una de sus habituales catas. Luis Martínez Lacuesta, director de las bodegas del mismo nombre; Jon Zubeldia, director de bodegas Okendo Txakolina, y Juan Díez del Corral, director de Bodegas Castillo de Cuzcurrita, cuyos vinos fueron degustados en esta comida, en la que un vermú, acompañado con aceitunas y patatas sirvió para abrir boca. “Un vermú es un vino blanco aromatizado que se caracteriza por su amargor. Así de sencillo”, apuntó Martínez Lacuesta. El menú, salpimentado con más palabras de los allí presentes, siguió con un txakoli de Astobiza, que bañó la txistorra y el queso de Idiazabal. El plato de cuchara era a elegir entre garbanzos con zancarrón, alubia blanca con panceta o pisto a la bilbaina, asistido primero por un tinto. Y para finalizar, el toque dulce lo aportó una copa de Pedro Ximénez escoltada por un pastel ruso.
Jon Ortuzar; el presidente del Bilbao Basket, Xabier Jon Davalillo, el director de relaciones externas de Caja Laboral, Isidro Elezgarai; y el tesorero de Unicef en Euskadi, Paco Alcolea acudieron también a la que se convirtió en una reunión entre amigos. Y aunque lo suyo sean más las cervezas también estuvo en esta cata de vinos Enrique Thate. Así como Jesús Urbina, Rafa Bustamante, Beatriz Marcos, Julia Diéguez, Txema Amutio, Fernando Sáenz, Teresa Querejazu, Manuel Ortega, Roberto Méndez, Ainhoa García, Fernando San José, María Loizaga e Idoia Olabarri, entre otros.