La lanzadera llega al metro de Etxebarri tras suspender la jueza la prohibición de paso
La magistrada tomará una decisión definitiva tras escuchar hoy a las partes
Etxebarri - Apenas 48 horas después de que, este martes, la Diputación presentara ante los juzgados de lo Contencioso-administrativo una demanda contra el Ayuntamiento de Etxebarri por prohibir el paso de las unidades de Bizkaibus hasta la parada del metro, la titular del Juzgado número 6 dictaba de forma urgente un auto por el que suspendía de manera cautelar, aunque urgente, la resolución municipal. En consecuencia, hacia las 16.00 horas de ayer la primera lanzadera llegaba hasta las puertas de la estación del suburbano de Etxebarri ante la sorpresa de los usuarios.
La jueza Ana María Martínez Navas, envió el auto a las partes al mediodía de ayer aceptando la petición foral de suspender de forma inmediata la polémica decisión del alcalde de Etxebarri, Loren Oliva, firmada por su concejal de Seguridad Ciudadana. Una determinación por la que se fijaba la parada de la nueva línea de Bizkaibus A-3932 en la calle Nerbioi, impidiendo su llegada a la marquesina de la estación del metro.
La titular del Juzgado ha considerado que “concurrían circunstancias de especial urgencia” que justifican la medida provisional de suspensión, tal y como solicitaba la Diputación. En concreto, según especifica el auto judicial al que ha tenido acceso DEIA, el artículo 135 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso-administrativa autoriza al juez a “tomar medidas cautelares sin previa audiencia de la parte contraria”, inaudita parte en lenguaje jurídico.
Eso sí, la jueza quiere escuchar a ambas partes en litigio. Por eso, junto con el auto de medida temporal, se adjuntaba una citación para hoy a las 9.00 horas para escuchar los razonamientos aportados por la Diputación Foral y el Ayuntamiento de Etxebarri. Una vez escuchadas las partes, la titular decidirá “sobre el mantenimiento, revocación o modificación de la medida cautelar adoptada con carácter urgente”, según especifica la citación judicial.
Una vez recibida la comunicación, la Diputación no esperó demasiado para ejecutar la medida cautelar, que hoy se sabrá si se mantiene hasta solucionar el litigio. Una inspectora de Bizkaibus se dirigía poco antes de las 16.00 horas a Galdakao para subir al siguiente autobús con destino a Etxebarri. La inspectora llevaba en una carpeta el auto judicial que autorizaba el paso de la unidad hasta el metro, en concreto hasta la marquesina colindante donde sí paran los autobuses locales del municipio.
Policía Municipal avisada Ni siquiera hizo falta sacar la documentación. Para esas horas, el alcalde de Etxebarri ya había ordenado a la Policía Local que dejara pasar a los autobuses forales y cumplir así el auto judicial que les había llegado horas antes. De hecho, el Ayuntamiento de Etxebarri ya había enviado al Juzgado el decreto revocando la prohibición del paso a la línea A-3932, cumpliendo así con el mandato judicial.
Sobre las cuatro de la tarde, este servicio podía dejar atrás, por fin, la rotonda situada junto al polígono de Etxebarri y entrar en el núcleo urbano. El autobús fue recibido con los brazos abiertos junto al metro. Si durante las últimas semanas su parada estaba ubicada en una zona sin siquiera marquesina, ayer llegaba a una estación intermodal con una zona estacionamiento de autobuses.
“No me lo puedo creer, hasta que no arranque no me lo voy a creer”, indicaba una expresiva Pilar Álvarez. Esta vecina de Galdakao ha sido una de las usuarias que durante las últimas semanas ha tenido que sumar 700 metros de ida y otros tantos de vuelta a su rutina diaria, otro añadido en mitad de su viaje en metro y autobús.
Sus elocuentes palabras arrancaron una sonrisa a la inspectora que se ocupaba de que la llegada de la lanzadera al metro se ejecutase sin problema. Delante del autobús, uno de los usuarios incluso hacía una fotografía con el móvil a esta línea. Era David Pinedo, vecino de Galdakao. “He estado muy pendiente porque soy usuario y quería subir la fotografía al Facebook”, indicaba.
Más contenida era la alegría de la vecina de Basauri Fernanda Cabezas, que ayer respiraba aliviada. “Tengo 70 años y mi marido 75, era una distancia considerable para nosotros. Económicamente nos sale mejor coger el metro para ir de Basauri a Galdakao, donde mi hijo tiene una tienda. Ya era hora, el otro día incluso se llegaron a reír de nosotros unos vecinos cuando hacíamos el recorrido hasta la anterior parada. Nos sentó muy mal”, señaló.
Otro de los primeros usuarios de la lanzadera hasta el metro, Iñigo Isasi, también mostraba su satisfacción. “No soy un usuario habitual, pero creo que ya era hora. Vivo en Galdakao y por delante de mi casa también pasan muchos autobuses, no veo que sea un problema”, indicaba. Daniela Tanase, galdakoztarra de origen rumano y de 46 años, ya echaba cuentas ante la nueva situación: “Trabajo en Getxo y después de más de media hora en metro tenía un trayecto de 8 o 10 minutos hasta coger la lanzadera, ahora me lo ahorraré”.
A la espera de lo que decida finalmente la jueza una vez que haya considerado los razonamientos de ambas partes, lo que está claro es que ayer los usuarios de la lanzadera pudieron aprovecharse de las ventajas de tomar el autobús en la misma parada del metro. La marquesina impidió que se mojaran con la incesante lluvia que cayó ayer y evitasen recorrer los 700 metros hasta la anterior parada. En todo caso, se trata de una medida cautelar que hoy se tiene que confirmar y el final definitivo de este litigio aún está lejos.
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