Curtido durante tres décadas al frente de la empresa familiar y tras reflotar el proyecto que había iniciado su padre, toma las riendas de la patronal vizcaina en un momento de incertidumbre. Muestra su disposición al diálogo, a cambiar las relaciones entre sindicatos y patronal y a poner freno al absentismo laboral.
Es pronto, está dando los primeros pasos al frente de Cebek, ¿pero es lo que se esperaba?
Es cierto que hasta que no lo vives no te das cuenta. Llevo un mes y medio en el cargo y es muy intenso porque hay mucho que hacer, hay mucha exposición. Al principio, estoy presentándome a mucha gente, entonces... Pero bueno, nada que no supiera.
Está dedicándose más a la faceta institucional que a la empresarial.
Sí, pero empresarial también, porque tenemos que preparar los órganos de gobierno, las cuentas directivas y tener contactos con mucha gente. Soy presidente de la Asociación de Artes Gráficas, algo ya sabía, aunque no es lo mismo.
Otro reciente presidente de Cebek, Iñaki Garcinuño, también venía de Artes Gráficas, ¿hay preocupación en el sector?
Estamos preocupados porque además de los problemas comunes estamos pasando ahora unos momentos complicados en el sector. No sé si es casualidad, igual la tinta tiene algo que ver, nos hace más activos.
¿Le preocupa en especial algún sector?
Me preocupa mucho la industria, que es el motor de la sociedad que tenemos en Euskadi. Y que si la industria se constipa, los demás cogemos neumonía. Estamos viviendo momentos de incertidumbre por muchas cosas. Desde el punto de vista de los aranceles, el costo energético... Hay mil focos de incertidumbre que tenemos que entre todos intentar lidiar.
Supongo que en los contactos que ha tenido, ese es el resumen, ese tema aparece en las conversaciones.
Sí, ahora mismo la gente está un poco a verlas venir. El panorama internacional no ayuda, el tema laboral aquí es muy complicado, el tema sindical es muy complejo. Tenemos que intentar revertir esa situación.
Fácil seguro que no es.
Lo tengo claro.
¿Llega Guillermo Buces con una idea nueva, algo que pueda cambiar el escenario?
Voy a quitarme muchos prejuicios, como podemos tener todos. Cada uno tenemos un punto de vista, una vivencia subjetiva. Pero yo lo que quiero es aislarlo. Y quiero mantener conversaciones y diálogos fluidos y constructivos de manera objetiva. Yo me voy a olvidar presiones que haya podido tener en mi empresa o desde fuera. Esto lo tenemos que hacer entre todos y que vaya para adelante. Pero hay que darle una vuelta clarísimamente.
Se ha reunido esta semana con Mikel Lakuntza.
Sí, hemos empezado con él.
¿Cómo fue el encuentro?
Muy cordial. Cada un puso sobre la mesa los temas que le preocupan. Hemos quedado en volver a hablar. Nuestro deber es seguir hablando y solucionar los problemas. Fue una reunión larga y acabó muy bien.
¿Es más fácil el entendimiento con los trabajadores, los sindicatos de la empresa, que con el secretario general de un sindicato?
Los trabajadores de mi empresa saben exactamente la situación, la problemática que tenemos, los puntos fuertes, los puntos débiles. Es más fácil que hablar a nivel generalista, que afecta a empresas que tienen problemáticas muy diferentes. Por eso es fundamental la transparencia de las empresas hacia sus equipos de trabajo. Todo el mundo tiene que saber perfectamente dónde está trabajando, en qué situación está la empresa en la que está trabajando, porque en el fondo y en la superficie a todos nos interesa lo mismo. Toda mi vida he hablado con los trabajadores de mi empresa y siempre hemos llegado a un acuerdo, siempre. Y no nos han hecho falta 35 reuniones. Ahora que la empresa es más grande se ha complicado. ¿Por qué? Pues no lo sé, porque yo sigo siendo el mismo y mi transparencia es la misma. Entonces entran otros intereses que son los que yo creo que perjudican mucho a este diálogo.
¿Qué tipo de intereses?
A nivel sindical veo incluso intereses que casi parecen políticos, que trascienden a las empresas. Nos tenemos que centrar en las problemáticas de las empresas y en solucionar cualquier cosa que vaya surgiendo y tirar todos juntos para adelante.
Récord de empleo en Euskadi, los segundos salarios más altos del Estado y la patronal sigue denunciando la beligerancia sindical.
Es algo que no me explico. Tenemos proporcionalmente la mejor calidad de vida que hay en todo el Estado, una calidad del empleo que nos la hemos ganado, viene de hace mucho tiempo, porque el empleo que te genera la industria no es el mismo que genera en otro tipo de sectores. Hay una gráfica [la muestra] que es muy curiosa, el nivel de paro es inversamente proporcional al nivel del absentismo en el Estado. Cuanto menos paro, más absentismo, no lo entiendo muy bien. ¿Dónde está la lógica? ¿Que aspiremos todos a vivir mucho mejor? Por supuesto que sí, pero lo que no puede ser es ese discurso populista que sacan ahora de trabajar menos para vivir mejor. Si estamos ahora con el nivel de vida y el nivel salarial y el nivel de PIB que tenemos, es porque las generaciones anteriores se han esforzado y han creado un tejido empresarial que ahora no podemos desmontar. Hay que cuidarlo y potenciarlo. Y ante ese eslogan de trabajar menos para vivir mejor, yo diría que hay que trabajar más y mejor para vivir más y mejor.
Hablando del absentismo, ¿sospecha la patronal vizcaina que puede haber algo detrás?
No sé, que las bajas de largas duraciones se hayan triplicado en cinco años es significativo. En las bajas de incapacidad temporal duplicamos a Madrid y estamos un 40% por encima de la media estatal. ¿Qué pasa, que aquí somos más enfermizos? No puede ser causa-efecto. Mejores salarios, mejores condiciones de vida, incluso mejor clima y el doble de absentismo. Hay algo que no me encaja. No quiero poner en duda nada, pero ya de pronto esa expresión muy manida: me cojo la baja. Es que la baja no se la coge nadie. La baja te la tiene que dar un médico o una mutua. La falta de control, por ejemplo, de esas bajas y la falta de medios creo que es la que hace que el absentismo se haya disparado y se siga disparando.
Hay un observatorio en marcha.
Eso es.
¿Qué se puede hacer para que cambie esa tendencia?
Cebek tiene un proyecto para trabajar este tema. Hay que trabajar mucho. Para mí es un tema educacional. Es un tema fundamental, hay que tener un sistema de prevención de riesgos mucho mejor, hay que conseguir la involucración del trabajador en la empresa para que se dé cuenta que lo que no hace porque no va a trabajar lo va a tener que hacer un compañero, porque la empresa tiene que seguir adelante. Lo mismo que se pide a las empresas que el arraigo en el territorio, hay que pedir y fomentar en los trabajadores el arraigo con su empresa. O sea, que al final la empresa no es de una persona, la empresa es de todos. Si la empresa va mal, nos va a ir mal a todos.
Las diputaciones acaban de aprobar una reforma fiscal y la patronal ya dijo en su momento que la veía tibia, ¿cómo la ve el nuevo presidente de Cebek?
Pues mire, podría haber sido mejor, por supuestísimo que sí, pero también podría haber sido peor. Ahora bien, hay que destacar el esfuerzo didáctico que está haciendo la diputación con Itxaso Berrojalbiz al frente, e incluso la propia Elixabete Etxanobe, tratando de ponernos en claro los entresijos de esta reforma fiscal. Quiero ser optimista. Tras hablar con ellas, creo que apuestan por el territorio, apuestan por las empresas. No quiero pensar que han hecho una reforma perjudicial para las empresas. Que hay puntos a mejorar, lo tengo cristalino. Que hay cosas que se han podido quedar en el tintero que se habían propuesto, también lo tengo claro. Pero bueno, poco a poco. Entiendo que esto es una norma viva, que hay que ir adaptándola y rectificar es de sabios. Siempre estamos a tiempo de corregir cosas.
¿Qué cosas corregiría?
Pues por ejemplo, de pronto, me viene la fiscalía progresiva, esos beneficios extraordinarios que hay que definirlos muy bien, tener mucho cuidado. Porque el tener un incremento de resultados de un año a otro, cuando uno ha estado en pérdidas y el otro está un poquito en beneficios, hay que tener cuidado con lo que se llama beneficios.
¿Ha condicionado el juego de mayorías el texto aprobado por la Diputación Foral de Bizkaia?
La Diputación ha hecho lo que ha podido. Porque ha tenido que contar con el partido que puede ser Sumar o Podemos. A veces piensas si es lo que propone esta gente o si es lo que comunica Yolanda Díaz a nivel estatal..., pues tenemos un problema importante.
Tiene cuatro años por delante, ¿pero hay algo que quiere acometer a corto plazo al frente de la patronal vizcaina?
Sí, desde ya cambiar el relato que hemos perdido y poner en valor el esfuerzo de las empresas y la cultura del esfuerzo. Me parece fundamental. Tenemos que luchar contra estos populismos que dicen: para qué voy a trabajar si en total me van a pagar casi lo mismo. Tenemos que poner en valor las empresas a los empresarios y tenemos que tener todos claro que las empresas tienen que buscar una rentabilidad porque si no, no tienen razón de ser. Las empresas generan una labor social importante, tremenda, para mí la más importante, pero si no tienen un beneficio detrás pasas a ser una ONG, dejas de ser una empresa. Hay que poner en valor a todos los que ponemos nuestro esfuerzo, nuestro patrimonio en juego para crear empresas, para crear un Estado de bienestar que si no, no sería posible.