La internacionalización es un objetivo común de las empresas y el nuevo presidente de la patronal vizcaina estima que hay mimbres en el tejido productivo del territorio para salir fuera y buscar nuevos mercados. Advierte de que “nos habíamos apoltronado un poco”, pero “se ha movido el avispero” con la amenaza de los aranceles y se reactivará el comercio exterior. Todo apoyado además en un “factor diferencial” el apoyo de la Administración vasca. 

Hablábamos antes de la incertidumbre, ¿hay un mensaje tranquilizador que se pueda trasladar a los exportadores?

En momentos de dificultades surgen las mejores oportunidades, siempre. Si solo nos ponen a nosotros los aranceles, tendríamos un problema. Pero cuando es un tema generalizado es donde hay que demostrar que de verdad somos los buenos, que somos mejores que el resto. Estamos vendiendo nuestra capacidad, nuestra industria, nuestra gente, nuestra forma de hacer, nuestra capacidad de trabajo. Ahora es cuando hay que dar el callo. Y sinceramente creo que Trump ha hecho un flaco favor a Estados Unidos y a Europa le va a fortalecer, porque vamos a espabilar sí o sí. 

Buscando nuevos mercados. 

Efectivamente, nos habíamos apoltronado un poco. Estábamos todos muy cómodos, pero se ha movido el avispero y va a fortalecer mucho Europa.

¿Puede conllevar ese movimiento del avispero un estímulo para que pymes que no habían dado todavía el paso salgan al exterior?

Sí, seguro que sí. Ves un Teleberri y las noticias ya trascienden siempre de lo local, el mercado tiene que ser siempre global. Mi empresa vende más fácil en Francia que en Sevilla, eso es internacionalización. Siendo una fábrica de etiquetas, con la modestia que todo eso significa, estamos vendiendo etiquetas en China, en Vietnam, en Marruecos. Mi aita flipa con eso, le parece ciencia ficción. Hay que intentarlo, si no lo intentas seguro que no lo consigues. Lo conseguimos cuando hubo una crisis industrial y las empresas se tuvieron que buscar la vida. No hace falta que sea una crisis, con incertidumbre se generan oportunidades y hay que estar ahí, pero hay que provocarlas, no hay que esperar a que vengan a llamar a la puerta, hay que ir a por ellas. 

Cuando una empresa da el paso de salir fuera encuentra apoyo. 

Desde las instituciones, a mí me han apoyado mucho, desde la Spri sobre todo en temas de internacionalización. No puedes basar un proyecto en las ayudas. Ahora bien, si tienes un proyecto y encima tienes ayudas, pues bienvenidas sean, cuanto más mejor. Cuando teníamos la empresa de Valladolid yo destacaba la labor de Spri. Ponía el ejemplo de una subvención para un plan de internacionalización que había pedido, me faltaba un papel y me llamaron para que, por favor, lo presentara. En Valladolid igual habría perdido la ayuda. Tenemos que explotar ese factor diferencial.

Con todo salir fuera es complejo.

Yo me llevé muchas tortas, porque no es fácil, no es fácil. Hay mercados en los muchas veces tienes culturas diferentes. Antes había más barreras idiomáticas. Ahora el inglés se da por hecho, es de primero de carrera, ahora ya la diferenciación es saber otros idiomas. Es complicado cuando eres una empresa pequeña y no tienes recursos para hacerlo. Pero hay que dar el salto, no de puede tener todos los huevos en el mismo cesto. Cuanto más diversificado está el negocio, el riesgo es mucho menor. Las posibilidades de crecer se multiplican. Hay que ponernos en valor, hay que poner en valor los productos y sobre todo hay que dar el paso sin miedo.