EL aroma de un buen café, de esos que espabilan el alma adormilada cuando la ciudad empieza a andar; el jugoso sentir de la tierna carne derretirse en la boca cuando el reloj hace una pausa para la hora de la comida; o el ritmo de la noche a golpe de cócteles multicolor y combinados de apuesta segura. Todo ello, desde la mañana hasta la noche, desde que el sol ilumina el cielo hasta que lo apaga, sucede en uno de los rincones de una de las calles más ajetreadas y con más entidad de Bilbao. En Sabino Arana, 41, en esa esquina, nace Premierk, una nueva posibilidad de ocio, de copa y tenedor, que ayer sirvió una inauguración por todo lo alto.
Este bar y restaurante desembarca en la capital vizcaina después de que sus hermanos caminen con fuerza por la pasarela hostelera de Eskuinaldea, en Leioa y Getxo, con Unik Lounge y Premierk Getxo. Germán Hernáiz y Mónica Abín, los propietarios, sonreían ayer rodeados de amigos ante el inicio de una nueva aventura, ahora en la capital. Sus colegas de Heineken, Ángel Hernández y Sergio Martínez, además de las chicas de verde Jone Garabieta y Nagore Ramos y, también Ewa Murillo y Jorge Boulandier, les acompañaron en el papel de anfitriones para recibir a Ángel Gago, secretario general de la asociación de hosteleros de Bizkaia; a Olga Zulueta, coordinadora de proyectos de Bilbao Centro; o al remero de Urdaibai y conquistador Eneko Van Horenbeke, entre muchos otros. Porque por el nuevo Premierk pasaron en el atardecer de ayer infinidad de personas, como Blanca Luango, Alex Zabala, Rebeca Santamaría, Izaskun Abín, Luisa Vázquez, María Ronco, Yolanda Aberasturi, María Begoña y María Dolores Atxa, Mari Carmen Escudero y Mari Carmen Vivanco, Ana María Suárez, María Antonia López, Yolanda Diéguez, Mari Luz Riego, Ana López, además de las chicas de AMC Mertxe y Ana Caballero, Agurtzane García, Milagros Regueiro, Leo Fernández, Eva Cornejo y Beatriz Aspiazu. Los concejales del PP en el Ayuntamiento bilbaino Beatriz Marcos y Luis Hermosa, así como Jose Antonio Nielfa, La Otxoa, también se dejaron caer por este espacio madrugador y capaz de llegar al público que desayuna, come, cena o se toma una copa por la noche fuera de casa.