Desde el club de los corazones solitarios hasta el club de los poetas muertos, pasando por los legendarios clubes ingleses de toda condición (pesca, bridge, armas de fuego o avistadores de ovnis... ¡de lo que quieran!), aquel que aceptó a Groucho Marx pese a que el cómico aseguraba que jamás pertenecería a un club que aceptase a alguien como él, e incluso aquellos otros clandestinos e intrigantes, arcanos, y de cuyas acciones no hay noticia porque se mueven en la sombra. Medio mundo se mueve alrededor de una asociación por el viejo hábito humano de agruparse según las costumbres afines, querencias, gustos, banderas... En esta nómina destacan los clubes deportivos y sociales. muchas veces mixtos, como los sandwiches.

Hoy salta a esta página uno de ellos, recién inaugurado. Ayer se cortó la cinta del nuevo Club Landabarri, ubicado en la promoción del mismo nombre, Residencial Landabarri, puesta en pie en Derio. Una cafetería restaurante, piscinas y pistas de pádel dan contenido a unas instalaciones que ofrecen sus servicios a una urbanización con aires de barrio residencial estadounidense, con calles despejadas y vecinos siempre sonrientes.

Ayer se puso en marcha, digo, de manera oficial. Y lo hizo, curiosamente, con un derbi vasco Athletic-Real Sociedad, librado en la pista de pádel principal. Por el lado rojiblanco jugaron Óscar Vales y Eloy Arriola, que hoy lucen más muñeca que cintura, al igual que les ocurre a la pareja txuriurdin compuesta por Iñigo Idiakez e Iñaki Álava. Decenas de miradas siguieron sus evoluciones tras los cristales y elogiaron su juego, en este caso raqueta en mano.

El encargado de coordinar todo el tráfico en el club es Miguel Merino, quien ejerció de anfitrión en el día del despegue, junto a Joseba Cedrún. A la cita no faltaron el alcalde de Derio, Lander Aiarza; Ana Landeta, responsable de marketing de Mercedes Benz Aguinaga; Marino Lejarreta, Julio Alegría, enfrascado estos días en la organización del Campeonato Mundial de la especialidad en Bilbao; el jugador del Athletic, Borja Ekiza; Isidoro Beltrán, en nombre de IMQ; José Miguel Lanzagorta, number one de Norbega, pareja de baile de Coca-Cola en estas tierras; Javier Agirre, Josu Aretxabaleta, Santos Núñez, Alejandra Alegría, José Félix Ruiz, Itxaso Alonso, Juan Añibarro, Carlos Etxebarria, Ignacio Martínez, Elena Ballesteros, Eva Díaz de Mendívil y un buen número de vecinos de esa zona residencial.

Todo fluyó como se le presupone a un lugar donde la tranquilidad se respira: con suavidad. Los invitados iban y venían por el dédalo de pistas, intercambiándose saludos y batallitas de pádel, un deporte que da tanto juego como la pesca: se cuenta más de lo que es.

De esa puesta de largo también disfrutaron Javier Olabarria, Mari Carmen Hernández, Pablo Berasaluze, Julián Orbegozo, Mikel García, Nagore de las Heras, José Luis Martínez, Miguel Ángel Fernández, María José Igartua, José María Muñoz y así hasta poblar la tarde de nombres propios que brindaron en el nombre del pádel y la vida social a las puertas de casa.