Trapagaran. El Ayuntamiento de Trapagaran ha solicitado a los propietarios del antiguo edificio de los laboratorios de la empresa Babcock & Wilcox, ubicado a la entrada del barrio de Elguero y que se encuentra en un deplorable estado de abandono, que tomen las medidas pertinentes para garantizar la seguridad de los residentes de este enclave trapagarandarra. Fuentes municipales señalaron a este respecto que los propietarios de la empresa les habrían transmitido "que ya cuentan con seguridad privada".
La solicitud municipal ha sido cursada después de que vecinos de este barrio denunciaran, nuevamente, la situación de riesgo que presentan estas instalaciones abandonadas hace algo más de dos años; máxime después de que hayan sido sustraídas las puertas que limitaban el acceso al complejo industrial. La denuncia, surgida a finales del pasado mes de junio, fue recogida por Bildu que en un escrito destacaba que "como consecuencia de los robos permanentes, el edificio se encuentra en una situación lamentable, deshecho. Hay cristales, hierros, productos químicos peligrosos, etc., extendidos por toda la zona. Además, como desapareció el cierre que rodeaba el edificio, dichos elementos están al alcance de cualquiera, incluso de los niños que juegan en el barrio".
Reunión Atendiendo a estas quejas, la semana pasada, se celebró una comisión informativa a la que asistieron los grupos políticos y un miembro de la comisaría de la Er-tzaintza de Sestao. En ella se informó a los grupos municipales que tanto por parte de los ertzainas como por parte de la Policía Municipal "se ha incrementado la vigilancia" en las antiguas instalaciones de Babcock. No obstante, el equipo de gobierno informó que desde el punto de vista de la seguridad, la Policía puede intervenir, pero así no se va a solucionar el problema. "Para resolver esta situación es necesario adoptar medidas de carácter urbanístico o de realización de obras como el derribo".
Aspecto este sobre el que inciden los vecinos, si bien tal como quedó patente en la reunión, la empresa propietaria de las instalaciones -carentes de actividad productiva- "se encuentra en situación de concurso de acreedores y no puede dedicar en estos momentos recursos para la custodia del local, ni tampoco para realizar otra serie de actuaciones que serían las verdaderamente necesarias".
El Ayuntamiento ha comprobado que en los antiguos laboratorios de esta histórica empresa ya no queda nada susceptible de ser robado, aunque la preocupación es que sucedan otra serie de problemas como la ocupación temporal del recinto por transeúntes o la celebración de botellones. "No somos competentes para actuar en unas instalaciones que son privadas, aunque se está haciendo labores de defensa de los vecinos manteniendo el contacto con la responsable de la compañía para tratar de buscar una solución".