BILBAO. Los jóvenes de Bilbao que cometan actos incívicos van a poder demostrar su arrepentimiento realizando trabajos en beneficio de la comunidad. El proyecto piloto que se pone en marcha en la capital permitirá a los infractores sustituir las sanciones por servicios sociales. En el fondo de este programa subyace el verdadero objetivo de la sanción que no es otro que concienciar para evitar que la gente sea irrespetuosa con sus vecinos y el entorno.
El Ayuntamiento ya ha enviado cartas a más de un centenar de jóvenes invitándoles a participar en este proyecto y 90 han contestado afirmativamente. A partir del día 29 se estudiarán los perfiles y se les asignarán los trabajos.
Los jóvenes que se acojan a este programa no podrán trabajar más de ocho horas diarias y el número total de horas a realizar se ha establecido en proporción a la cuantía económica de la sanción que queda suspendida, a razón de una hora de trabajo comunitario por cada 10 euros de sanción. En cada caso se respetarán los horarios lectivos ocupacionales. Ya se ha contado con 120 personas -pendientes de sanciones impuestas en 2012 por práctica de botellón que en su día solicitaron este tipo de medidas- para ofrecerles acogerse a este programa y la mayoría ha contestado afirmativamente. A partir del 29 se estudiarán los intereses, formación y horarios disponibles y se adaptarán los perfiles a las diferentes actividades a desarrollar.
Los trabajos que podrán realizar abarcan desde participar en actividades deportivas escolares o en el mantenimiento y disciplina de comedores en colegios, hasta contribuir a concienciar a los jóvenes de las consecuencias perjudiciales para los vecinos de los actos incívicos en campañas de comunicación, reforzar demandas puntuales en centros educativos como puede ser ejercer de cuidadores de menores en patios, o cuidado de bibliotecas, por ejemplo. Otra forma de conmutar la sanción será participando en programas de enseñanza de castellano para la integración de personas inmigrantes o realizando labores de acompañamiento a personas mayores en paseo, lecturas o actividades de ocio o incluso para realizar pequeños desplazamientos.
'Adisketuz' Todos somos detractores de las sanciones, pero los responsables políticos no encuentran otra fórmula para concienciar a los ciudadanos infractores. Es un tema que se pone sobre la mesa en muchos foros sin que se dé con la solución. En el caso de los jóvenes, las sanciones que implican su correspondiente multa económica son aún más sangrantes, porque la mayor parte de las veces el castigo es para los padres, que son quienes tienen que hacer frente al pago de la multa. Este aspecto, así como la necesidad de trabajar en la educación de los jóvenes que serán los miembros de la sociedad futura, ha hecho que el Ayuntamiento ponga en marcha este programa llamado Adisketuz para conmutar las sanciones económicas como consecuencia de infracciones leves de carácter incívico por trabajos que redunden en beneficio de la comunidad.
El Área de Seguridad y el Área de Participación y Distritos de Bilbao han trabajado de manera conjunta para sacar adelante esta iniciativa, en la que podrán sustituirse las sanciones económicas por la comisión de infracciones leves a las ordenanzas municipales, tales como la práctica del botellón u otras que producen molestias al vecindario, como gritos a horas intempestivas, movimientos o desperfectos de mobiliario urbano o la práctica de otras actividades que puedan suponer molestias que alteren la convivencia entre los vecinos de la capital.
El concejal de Seguridad Ciudadana, Tomás del Hierro, explicó ayer que "el 50% de las sanciones que impone la Policía Municipal de Bilbao tienen que ver con el cumplimiento de las ordenanzas y también con problemas que se ocasionan a los vecinos. Precisamente, desde este punto de vista se ha pensado en este programa".
Especialmente está dirigido a personas jóvenes, principales infractores en este tipo de casos. El programa todavía está en fase piloto, aunque la concejala de Participación y Distritos, Jone Unzueta, señala que "podría ampliarse más adelante, siempre tratándose de infracciones administrativas y de carácter convivencial".
Para dar los primeros pasos en la implantación de esta iniciativa se han elegido los barrios de Otxarkoaga, Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala, puesto que se trata de zonas que ya cuentan con programa comunitarios de mejora de la convivencia, Imagina Otxarkoaga, consolidado después de cinco años, e Imagina Bilbao La Vieja, San Francisco y Zabala, que se puso en marcha el pasado año.
El programa arranca como proyecto piloto y cuenta con el apoyo de la Consejería de Justicia y Administración Pública del Gobierno vasco, a través de una línea de subvención vinculada a la educación para la Paz y los Derechos Humanos en Euskadi , dentro del Plan de convivencia y deslegitimación de la violencia.