El abrupto Charlton Heston recordaba sus orígenes. "A los 5 años me dieron una barba postiza y un disfraz para que hiciera de Santa Claus en una fiesta infantil. Desde entonces, mi destino está ligado a esos trajes. Denme un casco, un caballo y una espada, y en cinco minutos habré compuesto a un héroe que emociona". A bordo de un buen puñado de disfraces. comerciantes y hosteleros bilbainos también emularon al duro Charlton, convirtiéndose en héroes de la calle, capaces de levantar el dedo corazón al jinete pálido de la crisis, que pasa pero no se va.

Quiere decirse que ayer se leyó el veredicto de la XXI edición del concurso de disfraces de hostelería y comercio, Barnaval 2013. La lectura tuvo por escenario el pub Evidence, de Barrainkua, donde Manu Iturregi es el rey. El jazz blues de Nueva Orleans que interpretaron el norteamericano John Bolduan, Pablo Almazán y David Martín puso banda sonora al juicio rápido donde no se aplicó la Ley de Linch, pese a que la buena gente de Eskina Kasko se hizo con el tercer premio en el apartado de hostelería con su masiva caracterización del Far West, Josu Vitorica y Josune Doiz acudieron para recoger el galardón de bronce. La plata fue para el Blue Moon, donde resucitaron a Kiko Ledgard, Don Cicuta y las secretarias de gafas XXL en una recreación del Un, dos, tres. Flavin Del, Luzi Urkiza y Óscar Sanz recogieron la cosecha de parabienes. Un circo espectacular, organizado en el bar Tobarisch, uno de los pocos lugares sobre la faz de la tierra donde el universo soviet no ha sido enterrado, se impuso en el certamen hostelero. Paqui Moreno, una muñeca vestida de azul, recogió la copa de los campeones. No hay quie olvidar que el bar Monty y su recreación de hippies se llevaron la mención especial del jurado. Jon Sainz, Txema Iturregi y Txente Ruiz todavía vestían ayer los pantalones de campana floreados. Se desconoce si acabaron el día en una comuna...

En los asuntos del comercio, Julio Alegría y su troupe de Smith & Smith recrearon una familia de clowns para llevarse el laurel dorado. Acudió a recogerlo junto a su hija Alejandra Alegría, tocada con una indescriptible peluca naranja. Los vaqueros de Mimos de mascota se llevaron el segundo premio y Salvador Prieto, de Dick & Paul rescató el bronce con una recreación de Gran Hotel. El premio de ambientación colectiva de comercios puso sus ojos en el Mercado de Deusto, donde se vivió al trajín de la Feria de las Naciones durante los días carnavalescos.

Hubo además, reconocimientos a la trayectoria de la Taberna Plaza Nueva, repleta de superhéroes; al mejor disfraz, detectado en Distrito 9 con una caracterización de los bárbaros protagonistas de La naranja mecánica; el show de la sala Cúpula, donde se interpretó el Fantasma de la Ópera noche y día; el fondo marino, de Kukusoak; el vestuario y atrezzo de Café Bar Bilbao, que recreó El Caserío de Guridi; el gallinero de Luz de Gas, y el Alondegi con sus Estrellas de cine. Itziar Urtasun, Alberto Ruiz de Azua, Gontzal Azkoitia, Arturo Trueba, Marino Montero, Mikel Bilbao, Beatriz Marcos, Ángel Alonso, Diego Cano y toda la buena y animosa gente del jurado desfilaron por el Evidence para celebrar que más de cien negocios se sumaron este año a la vida alegre.