bilbao. Los Altos Hornos han marcado a fuego y con una fortaleza de hierro la historia de Bizkaia y, más concretamente, el devenir de Ezkerraldea. Por ello, para que ni el territorio ni la comarca olviden su pasado, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno del Estado ha comenzado la segunda fase de restauración del Alto Horno número uno de Sestao.
Estos trabajos de recuperación del conocido como horno María Ángeles se centrarán en la limpieza y acondicionamiento de los suelos y los accesos de la infraestructura. Asimismo, también se renovarán las cubiertas y se instalarán dos ascensores, uno de ellos panorámico y se acondicionará el horno para que puedan acceder a él personas con movilidad reducida. Así las cosas, la inversión total que requerirá esta remodelación será de 1.972.429 euros.
Para llevar a cabo todas estas actuaciones, los operarios tendrán que intervenir sobre el 80% de los elementos que forman la fisonomía del horno María Ángeles. Todos estos elementos suponen unos 23.000 metros cuadrados de estructura. Todas estas labores estarán gestionadas y supervisadas del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE). El delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, destacó "la importancia de la puesta en marcha estos trabajos, dada la necesidad de preservar para las futuras generaciones el patrimonio industrial vasco".
horno emblemático Entre todas las instalaciones que forman la memoria industrial vasca y vizcaina, el Alto Horno número 1 de Sestao está entre los más emblemáticos. Esta instalación desde su puesta en marcha en el año 1959 se convirtió en uno de los iconos de la actividad industrial del territorio y en la principal imagen de los años de esplendor y prosperidad que vivió el municipio de Sestao hasta la reconversión industrial.
La fisonomía metálica de 80 metros de altura y de 18 de diámetro de este alto horno ha marcado a tres generaciones de sestaoarras. Además, esto se complementa con otros elementos auxiliares como pasarelas, estufas y un edificio de control.
Cuando el Alto Horno María Ángeles cesó su actividad en el año 1995, Sestao, Ezkerraldea y Bizkaia cerraron una página de su historia. Este auténtico emblema vizcaino, fue declarado en 2005 como Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento. Esto fue el primer paso para que el esqueleto de metal de este alto horno fuese restaurado.
La primera fase de esta restauración comenzó en 2007 y tuvo una duración de cuatro años. Durante todo este tiempo, los trabajos se centraron en la eliminación de los elementos que estaban en ruinas, la consolidación de la estructura de la nave y el acondicionamiento del edificio de control. Para ello se emplearon técnicas de limpieza, se reparó y protegió el hormigón y del ladrillo y aplicaron un tratamiento especial para luchar contra la corrosión de la estructura metálica del horno María Ángeles.