Barakaldo. Aparcar en el barrio baracaldés de Rontegi se ha convertido para los vecinos en una misión imposible. Tras la transformación integral llevada a cabo por el Ayuntamiento fabril en los últimos cinco años, que concluirá el próximo mes, se han ensanchado las aceras y aumentado el mobiliario urbano pero las plazas de aparcamiento han disminuido en un 70%, según un estudio al que ha tenido acceso DEIA. De los 587 estacionamientos Rontegi ha pasado a contar con 180. "He llegado ha tardar hasta tres horas y media en aparcar el coche", asegura José, vecino del barrio.

La desesperación llega hacia las seis de la tarde, cuando, según Aitor, otro vecino de Rontegi, "es imposible aparcar". La reforma municipal puede tener contentos a los peatones, ya que las calles son mucho más anchas y accesibles. Sin embargo, los conductores están que echan humo. Los trabajos acometidos por el Consistorio han convertido dos calles del barrio en peatonales, Gipuzkoa y Lapurdi, por lo que directamente se han perdido alrededor de 47 plazas. Pero el mayor problema se presenta en el resto de calles, donde los vecinos han visto como la transformación inhabilitaba uno de los laterales para el aparcamiento.

Este es el caso de calles como Bizkaia, Castilla-La Mancha, Zuberoa, Araba o la calle Gipuzkoa. "Ha habido muchas calles en las que se han perdido plazas, se nota muchísimo cómo se ha reducido el espacio", cuenta José. Así, el céntrico barrio de Barakaldo cuenta ahora con 407 plazas menos para estacionar los vehículos. Más de 400 plazas por debajo de las que existían antes en un barrio que cuenta con cerca de 7.000 vecinos. Desde la asociación vecinal solicitaron al Ayuntamiento que les mostraran los planos de cómo iba a quedar el barrio tras los trabajos. "Poco pudimos hacer, veíamos lo que se iba a hacer según avanzaba la obra porque se negaron a darnos los planos", cuenta José Gormedino, de la asociación de vecinos del barrio. "Están apunto de culminar las obras y se ha beneficiado mucho más al peatón que al conductor ", asegura.

OTA La apertura de dos nuevos parking subterráneos en el barrio no calma la rabia de los conductores, que aseguran que ha habido muchas plazas libres en las instalaciones porque "no todos los vecinos tenemos dinero para pagar una parcela". Además, el aparcamiento en superficie está regulado por la OTA, algo que según los vecinos no soluciona los problemas. "No nos sirve de nada pagar la tarjeta de residente porque en muchas ocasiones acabamos aparcando en otros distritos ya que es más fácil que en el propio Rontegi", cuentan. Así, acaban desplazándose hasta Santa Teresa, Retuerto o Lasesarre para volver andando hasta casa.

"Aparcar ahora es más difícil que nunca", aseguran también los trabajadores de la zona, que se ven obligados a parar las furgonetas en doble fila -siempre que la calle lo permite, o en los pasos de cebra. "Porque además han llenado las aceras de pivotes y al repartir no podemos ni parar ahí un momento", se queja un repartidos de una marca pastelera.

Rontegi lleva unos cinco años soportando obras de mejora. Unos trabajos que le han costado al Ayuntamiento alrededor de 7 millones de euros. El próximo mes culminarán definitivamente las obras, que aún mantienen patas arriba las calles María Auxiliadora y Rontegi.