Treinta y seis años de vida son suficientes para construir y reconstruir la persona de Tomás Meabe (1879-1915). Hoy se cumplen 130 años de su nacimiento, de la venida al mundo de un ilustre vizcaino que de joven fue un fervoroso místico católico y acabó declarándose anticlerical. Fue un adolescente que heredó el nacionalismo vasco familiar y, sin embargo, fundó las Juventudes socialistas de España.

Aun muerto, su nacimiento todavía crea controversia. Unos biógrafos lo sitúan en Bilbao y otros en Durango. Lo seguro es que el padre, Santiago Meabe, figuró entre los primeros adeptos de Sabino Arana. Ya en 1899 fue uno de los cinco concejales nacionalistas del Ayuntamiento de Bilbao.

Sus hijos varones, José, Santiago y Tomás, formaron parte, casi desde la niñez, del círculo de íntimos de los hermanos Luis y Sabino de Arana. Este último, al conocerle inteligente, le encargó estudiar en profundidad las doctrinas socialistas, para que el PNV pudiera refutarlas mejor.

El tiro salió por la culata. Tomás, con su amigo Pepe Madinabeitia, echó interés a la tarea. Leyó El manifiesto comunista. "Malas lecturas" -como sentenciaría poco después Sabino Arana- arruinaron su fe nacionalista, de la que acabó renegando en 1902. Consideraba incompatible la doctrina del nacionalismo vasco con la defensa de las clases trabajadoras.

La tinta como fusta

Cartas a Sabino y a Santiago

Cuando la noticia llegó al fundador del PNV, Arana exclamó ante varios amigos: "Por que no fuera verdad, me dejaría cortar las dos piernas". Meabe, por su parte, dejaba para la historia: "Me gustaría escribir con amor, pero la pluma se torna látigo".

A partir de entonces, los hasta entonces amigos comenzaron a protagonizar una encarnizada relación epistolar.

Otro tanto le ocurrió con su hermano Santiago, director del diario nacionalista vasco La Patria. Tomás, llegó a la dirección del periódico La Lucha De Clases, en 1904. Su ardiente defensa de los principios socialistas le costó ser sentenciado por sus artículos en quince ocasiones, que le llevaron a la cárcel de Larrinaga.

En diciembre de 1903 fundó las Juventudes Socialistas en Bilbao. Coincidió en la dirección socialista con Indalecio Prieto, Luis Araquistáin -que había sido su profesor en el colegio- y Julián Zugazagoitia.

En 1904 debió cumplir una pena de destierro y marchó a Francia, para regresar a Bilbao a principios de 1905, gracias a un indulto. En 1906 fue desterrado y fijó su residencia en París, donde tradujo a Platón para una editorial francesa.

En 1908 falleció su padre y regresó a casa, a pesar de la condena, desafiando al ministro del Interior con una carta en la que le instó a detenerle. Volvió a Francia y vivió en Gran Bretaña.

En 1912, se casó en Eibar con Julia Iruretagoyena, hija de un alcalde republicano de Irun. Con ella tuvo un hijo, León. Falleció de tuberculosis el 4 de noviembre de 1915 en un barrio obrero de Madrid. A su entierro asistió el fundador del PSOE, Pablo Iglesias. Hoy, 94 años después, su cuerpo permanece enterrado en el cementerio de Bilbao, en Derio.