Las similitudes urbanísticas entre las cárceles y los colegios urbanos son evidentes. De hecho, algunos centros públicos como Cervantes Eskola, ubicado en Abando, funcionaron como prisiones durante la guerra civil. Pero al margen de la anécdota, de lo que no cabe duda es de que prácticamente todos los patios de los colegios e institutos bilbainos lucen como una mole asfaltada, con escasa excepciones. El Ayuntamiento de Bilbao se ha planteado revertir esta situación a través de intervenciones que permitan que estas zonas sean más inclusivas, verdes y abiertas, a fin de cuentas, más amables para los escolares. Por de pronto, además de editar una guía que sirve como referencia también para centros concertados y privados, ya ha actuado en Tiboli, Zamakola e Intxixu. Y los próximos colegios ya están en camino: CEIP Deusto y Deustuko Ikastola.

El área de Educación ha licitado hace unos días el contrato para estas dos actuaciones, para las que se destinará un presupuesto de 93.911,28 euros con IVA. Pero, además, el Consistorio ha anunciado que el año que viene se intervendrá en ocho colegios más, después de que la naturalización de sus patios haya sido priorizada en los Presupuestos Participativos de 2026. “Hemos conseguido llevar el debate de los patios a la calle y encontrar el apoyo de la ciudadanía, era lo que nos interesaba”, apunta Eider Bilbao, concejala de Educación, quien señala que esta partida añadida, que sumará 329.000 euros más, permitirá acelerar un proceso destinado a ser gradual para los 33 centros públicos de Infantil y Primaria de la villa. 

PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS

Según Bilbao, se trata de un proyecto en el que el área trabaja desde 2023, “porque enriquece mucho tanto a la comunidad educativa como a los barrios”. Bajo esa premisa, editaron una guía para “reimaginar” los patios. “Son directrices para que, con los colegios y las AMPA, podamos dibujar patios más inclusivos, verdes y abiertos”, explica la concejala, quien señala que, hasta la fecha, están proyectados cinco patios, tres de ellos incluidos en los Presupuestos Participativos de 2025. Las intervenciones de Zamakola e Intxixu se han inaugurado recientemente. Es donde se llevó a cabo “el primer pilotaje” para ver cómo se podían “incorporar estos mecanismos de participación en los patios”. Además, en el colegio Tiboli hicieron su propio proceso participativo.

El colegio Zamakola se instalaron juegos inclusivos requeridos por la dirección. Pankra Nieto

“Hemos estado trabajando paralelamente en los patios mientras hacíamos la guía”, revela la concejala, sobre el manual que servirá como base para la intervención que se llevará a cabo en los ocho centros priorizados en los Presupuestos Participativos de 2026. Concretamente se refiere a la naturalización de los patios escolares de Atxuriko Eskola, Sánchez Marcos, Kontxa Eskola, Mujika Eskola y Luis Briñas-Santutxu con, 188.000 euros, y de los centros de San Inazio, Iruarteta e Indautxuko Eskola, con 141.000 euros. “Es una guía pública que pasó por el Consejo Escolar y está a disposición de quien quiera”, puntualiza Bilbao sobre las directrices que aplicarán en los centros públicos.

COMUNIDAD EDUCATIVA

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No obstante, es la comunidad educativa la que adquiere peso en este proceso, ya que tiene el poder de decidir cómo quiere que sean sus patios. “Siempre dentro de una limitación presupuestaria”, matiza Bilbao, quien indica que se ha calculado, más o menos, una partida de 47.000 euros para cada colegio, si bien puede variar en función de lo que decida cada centro. “Cuando comenzamos a hablar de patios inclusivos, abiertos y verdes, cada uno lo definía de una forma diferente. Intentamos poner unas reglas mínimas, porque intentar trabajar con el mismo patrón era importante”, señala la edil de Educación, quien indica que, al margen de que las soluciones sean diferentes entre sí, porque ningún patio es igual, era necesario estandarizar las soluciones. 

Hasta ahora, en las intervenciones que se han hecho en Intxixu y Zamakola, se ha optado por mejorar un entorno que ya tenían. “Se ha añadido mobiliario nuevo y se han pintado los suelos con unos juegos en zonas en desuso”, expone Bilbao, quien garantiza que en cada colegio se prioriza que salga una “solución consensuada”. En el caso del centro escolar de La Peña se ha reordenado unos espacios “que tenían con unas huertas y se han puestos unos juegos inclusivos que la dirección del centro nos había requerido”. Mientras tanto, en el centro de San Inazio, se decidió añadir elementos de juego ya que “tiene mucho verde”. En ninguno de los dos espacios se ha optado por eliminar las canchas deportivas, una solución que se plantea a veces en los patios donde ocupan mucha espacio.