Concluida la última edición de Aste Nagusia, tras el desmontaje de las txosnas, la fachada trasera del Teatro Arriaga resurgió llena de pintadas. Palabras en rojo, azul y negro cubren buena parte de la puerta principal, donde podían leerse desde nombres propios hasta mensajes reivindicativos. No ha sido el único elemento sobre el que han actuado los gamberros este verano. Pocos días después aparecía vandalizado el mural obra de Juan Zarate ubicada en el cantón Julián Echevarría Camarón, cuya restauración acaba de finalizar el Ayuntamiento de Bilbao.
Se trata de unos trabajos que se han prolongado durante las últimas tres semanas. Antes de la intervención, el estado de la obra fue evaluado por un equipo de especialistas en técnicas de restauración y supervisado por técnicos y responsables municipales, quienes determinaron las posibilidades de actuación en la misma. Así, y una vez conocidas las alternativas de tratamiento y dado el valor e interés artístico del mural, el Consistorio decidió intervenir en su recuperación.
MÍNIMA INTERVENCIÓN
Y como en otros trabajos de estas características, ha regido el criterio de mínima intervención, es decir, que las y los restauradores han centrado sus esfuerzos en la limpieza de los grafitis –que en algunas zonas ocultaban por completo el color original de la pintura– en la medida de lo posible, para que vuelva a emerger a la superficie la pintura original.
Además, se han reparado los desconchones, presentes fundamentalmente en la esquina superior derecha, para finalmente aplicar una protección a base de barniz anti-grafiti de cara a su futura conservación.