Asier Merodio e Iker López han visto una oportunidad de mercado en Bilbao y se han lanzado a por ella. En pleno verano, estos primos vizcainos que tienen muy buena sintonía han decidido apostar por un nuevo proyecto, la primera máquina expendedora de pizza casera de Bizkaia que recibe el nombre de La Freska y que estará disponible las 24 horas del día. "Siempre le damos vueltas a todo y se nos ocurren cosas que faltan, negocios o necesidades que existen en la zona. En este caso hemos dado con una necesidad básica", comentan Merodio y López.
El número 53 de Licenciado Poza no fue la primera ubicación que tenían en mente a la hora de posicionarse en la capital vizcaina ya que tantearon otras zonas como Abando o Mazarredo. "Lo que intentamos es romper con ese estigma de que al ser una pizza de máquina no tiene calidad. Sabemos que cuando no haya nada abierto la gente va a venir pero queremos que la gente venga como opción para cenar, para tomar algo, como un ritual", señala Iker López.
El precio de las pizzas caseras oscila entre los 11 y los 12,50 euros. "Creemos que para que tenga éxito la gente tiene que identificarlo con calidad", puntualiza Iker. Además, es una forma de poder cenar un grupo de amigos "teniendo la cena de forma rápida mientras no pierdes ni tiempo ni dinero en planificar". En este sentido, apuntan que sus pizzas son de entre 30 y 31 centímetros de diámetro. "Queríamos vender algo que nos gustase. A nivel personal somos muy fans de la pizza desde pequeños", manifiestan.
Elaborada por un pizzero
El propio Merodio reconoce que "teníamos la opción de barajar un producto industrial y venderlo más barato pero no sería la calidad que buscamos de poder coger una pizza y poder decir que es casera, hecha por un cocinero". Todo ello con el objetivo de ofrecer esa calidad que quieren que los clientes sientan cuando coman una pizza.
Ambos exponen que estuvieron siete meses realizando catas de las pizzas que ofertan en la máquina expendedora con sus amigos. Finalmente dieron con un pizzero al que le contaron la idea y apostó por su proyecto. Es quien prepara las nueve variedades de pizza que están listas en tres minutos. "Tenemos un local habilitado que nos hace pizzas diariamente. La máquina le da ese toque final para que sea consumida caliente y crujiente", señala.
"Sobre todo estamos en prueba y error, cuando vuelva la gente para fiestas de Bilbao y vuelva la actividad en septiembre es cuando se va a ver la demanda real", matiza López, quien junto a Merodio afirma querer ser muy cercano con los clientes en esta nueva aventura.