Bilbao luce con "orgullo" en su primer desfile de carrozas por la Gran Vía
La arteria principal se vistió de arco iris donde miles de personas clamaron por los derechos y la visibilidad del colectivo LGBTI+
A ritmo de Pásame el kalimotxo, la célebre canción del ilustre personaje bilbaino José Ignacio Nielfa, La Otxoa,la Gran Vía se ha convertido en un escenario de fiesta y reivindicación.
Aunque no se trata del primer desfile del colectivo en Bilbao, sí es el primero que abandona la ría como recorrido habitual y se traslada con fuerza y carrozas al corazón de la ciudad, llenando las calles de color, música y energía desbordante. Miles de personas, entre activistas, familias, jóvenes y artistas, han marchado juntas para celebrar la diversidad y avanzar en la lucha por la igualdad y la visibilidad del colectivo.
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Organizado en el marco de Bilbao Bizkaia HARRO 2025, el desfile fue una muestra clara de la fuerza y pluralidad del colectivo LGBTI+ en la villa. La marcha arrancó pasadas las seis de la tarde desde el Sagrado Corazón y culminó en El Arenal, donde la jornada continuó con conciertos, DJs y actividades. La inclusión de carrozas —dos voluminosos tráilers preparados para la ocasión— supuso un salto cualitativo y simbólico, otorgando al evento, que hasta la fecha se celebraba en la ría, un nuevo impulso.
"Nuestros hijos a veces llegan del colegio con preguntas difíciles, y nos toca hacer pedagogía desde casa"
Miguel Ángel Frías y James Steven, pareja casada desde hace cuatro años, compartieron su experiencia. “Aquí nos aceptan y apoyan no solo dentro del colectivo, sino también fuera. Esta marcha es para todos los que comparten valores de respeto e igualdad”, explicó Miguel Ángel. James subrayó que “el Casco Viejo, en particular, es un ejemplo de convivencia y diversidad”. La participación de familias y amistades demostró que el movimiento es colectivo y transversal.
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Desde la Asociación Sehaska, que apoya a familias LGBTI+, su presidente Pablo Bilbao destacó la importancia de visibilizar nuevos modelos familiares. “Llevamos 14 años trabajando por una sociedad más tolerante, pero todavía hay retos en ámbitos como la educación”, lamentó. “Nuestros hijos a veces llegan del colegio con preguntas difíciles, y nos toca hacer pedagogía desde casa. Hay que seguir luchando, también desde la alegría.”
El desfile visibilizó una diversidad de voces e historias. Albiqueen y Vicky Ruber, transformista y drag queen, compartieron su entusiasmo. “Somos de Santander, pero llevamos nueve años actuando en Bilbao. Empezamos por amigos y ahora somos parte de un circuito artístico que crece año tras año. Hoy es un día muy especial para nosotras.”
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La música y la euforia acompañó todo el recorrido, que se vivió como una fiesta en movimiento. Las carrozas —auténticas txosnas rodantes— aportaron ritmo, color y fuerza visual a una jornada cargada de simbolismo. “El año pasado estuvimos en el desfile de Almería. Ojalá el año que viene haya más carrozas”, decía Marta Luque, rodeada de amigos.
"Antes decíamos que éramos abiertos y tolerantes, pero ahora lo somos de verdad. Me emociona ver a la ciudad apoyando tan claramente al colectivo"
También hubo quienes se encontraron con el desfile de forma casual. Ana Mateos y Maite Goikoetxea aprovecharon una tarde de compras para detenerse a mirar el paso de la comitiva. “Antes decíamos que éramos abiertos y tolerantes, pero ahora lo somos de verdad. Me emociona ver a la ciudad apoyando tan claramente al colectivo”, aseguraban.
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El botxo bailó al ritmo del respeto y el derecho a ser uno mismo. Más allá de la fiesta, el Orgullo mantuvo su carácter reivindicativo desde la festividad y la alegría. “Es fundamental disfrutar, pero también recordar que esto no ha terminado. No se puede aceptar ningún tipo de ataque ni desprecio a nadie por su manera de ser y amar”, recalcó Mikel Garro mientras disfrutaba de la jornada con sus amistades.
Bilbao ha dado este sábado un paso firme hacia una sociedad más inclusiva, diversa y respetuosa. La Gran Vía, teñida de arco iris, será recordada como el lugar donde el Orgullo brilló con más fuerza que nunca.