El legado del José Antonio Ardanza es incontestable. Sus años al frente del Gobierno vasco (1985-1999) fueron insoportables por momentos y han acabado siendo claves para la historia reciente de Euskadi.

Con motivo de la conmemoración de los 40 años de su primera investidura como lehendakari, y cuando se cumple un año de su fallecimiento, la revista Hermes ha querido recoger en un monográfico los recuerdos de representantes políticos de sus diferentes gobiernos así como de periodistas y colaboradores de la época.

Ejemplar de la revista 'Hermes' dedicado a la figura de José Antonio Ardanza.

Ejemplar de la revista 'Hermes' dedicado a la figura de José Antonio Ardanza. DEIA

Ellos y ellas repasan algunos de los logros y avances conquistados por Ardanza. Y lo hacen poniendo al descubierto tres rasgos de su figura: en primer lugar su formación económica “para afrontar una crisis sin precedentes y hacer renacer sobre las cenizas de la industria un nuevo modelo de sociedad más cultural, europea y próspera”.

Sin espacios para las desigualdades

En segundo término, su vocación humanista y su sólida formación cristiana “que impulsaron, de forma casi pionera en Europa, unas leyes de carácter solidario cuya vocación era la de crecer todos juntos sin dejar espacios para las desigualdades y las injusticias sociales”.

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Ardanza, el lehendakari que hizo frente a los años de plomo NTM

Y su empeño “en sacar de su ensueño a una parte de la sociedad que era aquiescente con una violencia endémica que dejaba jirones de sangre y desgarraba la convivencia entre iguales”, han resumido desde la revista Hermes.

El número 80 de la revista recoge además la primera entrevista en la publicación con el actual lehendakari, Imanol Pradales, que aprovecha también para plasmar sus recuerdos de Ardanza y reflexionar sobre el día a día.