Las normativas europeas en materia de residuos están obligando a las instituciones locales a tomar decisiones que afectan directamente a los bolsillos de los ciudadanos. El pasado mes de abril la Diputación Foral de Bizkaia subió el precio público que aplica a los ayuntamientos que depositan sus residuos en los vertederos, de forma que en dos años ese incremento ha supuesto a los consistorios desembolsar un 55% más. Este hecho está incidiendo en que las arcas municipales, apremiadas por ley a tener que asumir la totalidad del coste del servicio a través de la propia tasa, se vean forzadas a subir el impuesto notablemente. El Consistorio de Bilbao, de hecho, ya ha anunciado que la aplicación de la nueva tasa supondrá, a partir del 2026, una subida de un 45% en el recibo medio de los ciudadanos.  

“Hay tantos modelos de tasa de basuras como municipios”, ha reconocido este lunes Marta Ajuria, concejala de Hacienda, quien ha explicado que desde mañana, 13 de mayo, y hasta el 26 de mayo los grupos de la oposición del Ayuntamiento bilbaino podrán presentar las enmiendas a las ordenanzas fiscales –que han sido congeladas– y a la nueva Tasa de Residuos Urbanos. No obstante, las aportaciones que puedan realizar estarán relativamente limitadas, ya que las instituciones competentes en materia de basuras no tienen margen de maniobra: la recogida y el tratamiento de residuos no puede ser deficitaria. Así, en cumplimiento con la ley 7/2022, la Diputación Foral de Bizkaia ha actualizado el precio público de las fracciones de cuyo tratamiento es responsable: resto, orgánico, voluminoso y fracción reutilizable. 

Fuentes de la institución foral han confirmado que la actualización de los precios públicos para hacer efectiva la convergencia entre los costes reales de recogida y tratamiento se está aplicando desde principios del pasado mes de abril, conforme a la ley de residuos y suelos contaminados de ámbito estatal. De esa manera, han añadido que han subido un 30% aquellas fracciones que esperan que la ciudadanía reduzca, es decir, resto y voluminoso; mientras que la subida ha sido de un 10% en el caso de las recogidas selectivas, orgánico y reutilizable. Carlos Urgoiti, director de gestión tributaria y presupuestos del Ayuntamiento de Bilbao, ha indicado que a nivel práctico esta aplicación supone que los ayuntamientos deban pagar 155 euros por cada tonelada métrica de basura en masa frente a los 119 euros del año 2024. “O en el contenedor marrón 73,44 frente a los 66 euros; o en electrodomésticos 92,47 frente a 84 euros”, ha explicado antes de admitir que “este mayor gasto tiene un incremento en el coste del servicio”.

El Ayuntamiento de Bilbao quiere que el uso del contenedor marrón aumente. Pankra Nieto

En ese sentido, desde el Ayuntamiento de la capital vizcaina han recordado que el cambio de paradigma para alcanzar las nuevas metas impuestas por la Unión Europea supone que la tasa debe cubrir ese gasto. Marta Ajuria ha revelado que la cobertura del Consistorio bilbaino alcanzaba el 98% con lo ingresado a través de la tasa. Sin embargo, la entrada en vigor del nuevo contrato de recogida y limpieza a principios de año ha supuesto que solo se sufrague el 80% con los 24 millones que se ingresan, ya que el valor del servicio ha subido a 31,7 millones de euros. Asimismo, con el aumento del precio público en los vertederos, a partir de 2026 se estima que ese coste será de 36 millones, por lo que el tributo deberá subir inevitablemente para que el Consistorio lo pueda asumir. 

NUEVO MODELO

Aprovechando la coyuntura, el Ayuntamiento de Bilbao ha creado un nuevo modelo para esta tasa, que dejará de estar en manos del Consorcio de Aguas para pasar a una gestión directa. Así, la cuota de la tasa de residuos se calculará a través de dos componentes. El componente básico –que cubrirá el 40% del coste del servicio– estará determinado por la mera existencia del servicio y atenderá a la capacidad económica a través del valor catastral del inmueble. Mientras tanto, el componente específico –que cubrirá el 60% restante– se calculará en función de la generación potencial de residuos. Asimismo, en el caso del componente específico, se determinará de forma distinta para los edificios residenciales o no residenciales.

“Lo que hemos priorizado es que los datos fueran de un alto nivel de calidad. Datos que son gestionados por el propio ayuntamiento”, ha asegurado Ajuria en relación al padrón que determinará el componente específico de los inmuebles residenciales. Para los no residenciales detalló que tendrán en cuenta el tipo de actividad y la superficie que abarca. “No es lo mismo una frutería que un despacho de abogados”, ha aseverado. Con todo, ha reconocido que es inevitable que los ciudadanos vayan a comparar los recibos de 2026 con los de este 2025, pero insistió en que son tasas diferentes. “Se habla de un incremento del 45% que podemos darlo como correcto, aunque no nos gusta hablar de recibos medios”, ha admitido la edil quien ha garantizado que “los incrementos varían de manera considerable si hablamos de Gran Vía o de una vivienda en Peñascal”.

BONIFICACIONES DE HASTA EL 20%

En todo caso, los bilbainos podrán adherirse a una bonificación de hasta el 20% en el recibo por el uso del contenedor marrón. “Es importante trasladar el mensaje de que en 2026 se den de alta en el quinto contenedor, fruto de ese paso serán bonificados”, señaló la edil, quien matizó que solo el darse de alta permitirá un descuento del 10%. A partir de 2027, si queda probado el uso este depósito de residuos orgánicos durante 36 semanas del ejercicio anterior, la bonificación ascendería al 20%. 

“Es importante que se recicle. De lo que se trata es de que se separen en origen los residuos”, ha enfatizado la edil, quien ha expuesto que aunque hay alrededor de 34.000 usuarios adheridos a la tarjeta del contenedor marrón “la utilización está muy lejos”. En ese sentido, Urgoiti ha aseverado que han tenido en cuenta estas bonificaciones a la hora de calcular si se podría asumir la totalidad del coste del servicio. “Con las bonificaciones estaríamos en un 97,9% de la cobertura. Tenemos que navegar en esa línea tan estrecha. La ordenanza está diseñada para no sobrepasar el importe del coste del servicio”, ha indicado.

LA OPOSICIÓN

Desde la oposición, María del Río, portavoz de EH Bildu, ha cuestionado las dificultades de tomar como referencia el padrón en las viviendas de alquiler. Por su parte, Ángel Rodrigo, edil del PP, ha aseverado que comparten el objetivo pero no el modo de alcanzarlo. “Es un auténtico aldabonazo a los bolsillos de los ciudadanos”, ha asegurado en relación al incremento medio del 45% en el recibo de la tasa de basuras. Por último, Xabier Jiménez, de Elkarrekin Bilbao, ha lamentado que el nuevo modelo bilbaino “renuncia a otros elementos que incorpora la ley, como beneficios fiscales para familias vulnerables”.