Bilbao registra 770 edificaciones con amianto en su censo preliminar
El Consistorio cumple con el calendario impuesto por el Gobierno vasco para ir eliminando paulatinamente este material
El Ayuntamiento de Bilbao se ha puesto las pilas para culminar el censo preliminar de instalaciones y emplazamientos en los que se ha detectado amianto. En total, se han identificado 770 registros entre los que se incluyen edificios de titularidad pública y privada. Con ello, Bilbao se suma a las escasísimas administraciones municipales que han cumplido con la normativa que les obligaba a presentar este censo, paso previo a la paulatina retirada de este material peligroso y altamente contaminante. El objetivo es que en los edificios prioritarios el proceso esté terminado para 2028. Por de pronto, desde principios de este año, cualquier bilbaino puede consultar los inmuebles en los que se ha localizado amianto dentro de su término municipal.
“Ya lo teníamos elaborado, pero ahora lo hemos hecho público en la web de GeoBilbao”, explica Javier Martínez Callejo, director de Planificación Urbana, sobre esta lista inicial que necesitará ser revalidada. Según expone, el Departamento de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad ha determinado una metodología para que los censos de cada localidad se ejecuten bajo el mismo criterio. “Se ayuda a los municipios más pequeños, pero sobre todo se busca que haya coherencia en todo Euskadi”, señala este arquitecto, quien indica que es la ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular la que obliga a ejecutar el registro. “Para 2026 el Gobierno vasco aspira a tener un censo más básico y un calendario preliminar”, añade.
¿En qué zonas de Bilbao es más probable encontrar construcciones con amianto?
El registro se ha elaborado mediante un procedimiento de teledetección de cubiertas de amianto por imágenes satélite de alta resolución. Concretamente, se ha trabajado con una ortofoto de Bilbao de 2022, “de color y de muy buena calidad”, que permite discernir los materiales de la cubierta. En palabras de Martínez Callejo, “se emplean procesos bastante depurados más allá de una visualización al uso. Hay materiales que pueden ser grises, el color de las placas de la cubierta, que pueden llevar a equívoco. También depende del reflejo del sol o de si tiene o suciedad...”. En cualquier caso, el director de Planificación Urbana no tiene dudas: “La fiabilidad es muy elevada. En muchos casos se ha confirmado con otras imágenes o, incluso, con trabajo de campo”.
“En muchos casos se ha confirmado con otras imágenes o, incluso, con trabajo de campo”
El director municipal asevera que incluso en alguno de los registros ya se ha actuado. Concretamente, en los edificios públicos del Ayuntamiento se ha llevado a cabo un trabajo, revisándolos uno a uno, que sería equivalente a un censo básico. “Tienen gran parte de las actuaciones para la eliminación de amianto desarrolladas. Queda un tercio por solucionar. En muchos casos se trata de de instalaciones, bajantes de saneamiento, que son comunitarias. Y el Ayuntamiento no puede actuar de manera unilateral”, apunta este responsable municipal, quien admite que desconoce cuántos de los registros corresponden a edificios privados. En todo caso, indica que están “en proceso de revisión con algunas entidades, por lo que es posible que el registro baje a 765”.
Dificultades
Javier Martínez Callejo reconoce las dificultades para detectar amianto en los edificios privados. “Porque un uso habitual fue en las bajantes de saneamiento, que quedan ocultas y no se visualizan hasta que se hace una obra”, expone el director, quien agrega que uno no es consciente de que un inmueble construido hace 60 años puede tener componentes de este material.
“En esos casos es difícil actuar, no es una tejavana”, expone el director de Planificación Urbana. En ese sentido, asevera que es un trabajo progresivo en el que se va descubriendo este material nocivo según se va operando. “Hay muchos proyectos de rehabilitación que empiezan y es en fase de obra cuando se encuentra la presencia de amianto. Entonces se activa el protocolo del Gobierno vasco para la eliminación adecuada del material”, especifica.
Desde el área de Planificación Urbana reconocen que lo habitual es que sea la comunidad la que informe al Ayuntamiento de la presencia de amianto, no al revés. “Nosotros informamos del protocolo que se ha de seguir”, apunta Martínez Callejo, quien expone, no obstante, que de momento han informado a edificios de titularidad privada en los que, por su uso, hay mucho trasiego de gente, como puede ser un gimnasio.
Bilbao retirará el amianto de edificios públicos antes de 2028
“Les hemos notificado para que sean conscientes y, si de alguna manera les podemos ayudar para que adopten las medidas antes de lo establecido, mejor”, apunta. En esa línea, desde que se realizó la ortofoto hasta que finalmente se ha hecho público, el arquitecto apunta que se han recibido cuatro solicitudes de revisión porque ya habían realizado las obras. “Es posible que algún otro edificio o elemento también lo haya solicitado pero muchos quizás ni hayan consultado el inventario y no sean ni conscientes”, concreta.
En relación a las intervenciones de retirada, Martínez Callejo concreta que cuentan “un ritmo de retirada de amianto de 15 edificios anuales, de solicitudes de licencias de obras que nos llegan tras percatarse de que tienen amianto”. A ese listado, de hecho, a lo largo del último año se han incorporado algunas intervenciones como las realizadas en la cubierta de Avenida Miraflores 14 o en la fachada de Juan de Ajuriaguerra 29. El Ayuntamiento cuenta, además, con una línea de ayudas para estas intervenciones en las zonas de actuación preferente de Surbisa. Son de un 50% del presupuesto, con un límite de 45.000 euros si es para una comunidad propietario y de 9.000 si es para un particular.
Calendario
“El amianto no debería ir a más, al contrario, es un material que ya está controlado y nunca debería implementarse en nuevas edificaciones”, apunta el director, quien detalla que ya se parte del máximo y la intención es ir reduciendo el registro, “más allá de los hallazgos que se vayan produciendo al destapar falsos techos o yesos que tapan bajantes”. En ese sentido, recuerda que para 2028 los edificios prioritarios y de mayor riesgo, tienen que estar solucionados. “Se pretende que en 2027 se realice un calendario de retirada de amianto, un plan de acción. Y, en el caso del Ayuntamiento de Bilbao, llegaremos con ningún caso o con los mínimos, por confluencia con comunidades de vecinos que tienen la competencia de determinados elementos de los edificios”, concluye.