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Una cascada de agua reconvertirá Sendeja en una zona estancial junto al ayuntamiento de Bilbao

La propuesta '¡Agua de Bilbao!', del estudio Katsura, gana el concurso de proyectos planteado por el Consistorio para buscar una solución paisajística a la hendidura entre los números 6 y 8

Una cascada de agua reconvertirá Sendeja en una zona estancial junto al ayuntamiento de BilbaoKatsura Arquitectura y Urbanismo

Una gran cascada agua, que descenderá entre los elementos de roca y muros preexistentes, será la que adquiera el protagonismo en la solución paisajística planteada para solventar la hendidura de Sendeja en su reconversión a zona estancial. El Ayuntamiento de Bilbao ha anunciado este jueves la iniciativa ganadora del concurso de proyectos, prácticamente un año después de convocar el certamen con el que pretendía zanjar definitivamente este desafío urbanístico que lleva décadas esperando integrarse con el resto de la ciudad. La propuesta ¡Agua de Bilbao!, del estudio bilbaino Katsura Arquitectura y Urbanismo, aspira a recuperar para la ciudadanía el céntrico solar que cuenta con una superficie de 370 metros cuadrados aproximadamente y está categorizado, según el PGOU, como espacio libre. 

“Es un espacio que tiene mucha visibilidad desde el punto de vista de la intervención”, ha afirmado este jueves Asier Abaunza, concejal de Planificación Urbana, Proyectos Estratégicos y Espacio Público, quien ha apuntado que el proyecto aspira a convertirse en un “elemento icónico” de la ciudad. Según ha detallado el edil, el equipo vencedor recibirá 15.000 euros y, además, el Consistorio podría adjudicarle la redacción del proyecto de ejecución y dirección de las futuras obras del espacio, ubicado a la altura de los números 6 y 8 de Sendeja, frente a la Plaza Ernesto Erkoreka. En palabras de Abaunza, aún no está definido el importe total de la obra, si bien el concurso marcaba un máximo de 750.000 euros. “El presupuesto final saldrá de la redacción del proyecto, que es donde se exteriorizan problemas que no están visibles”, ha apuntado el concejal. 

PROPUESTA GANADORA

La propuesta ganadora del concurso ha destacado, según el jurado, por “su originalidad, belleza y creatividad”, tal y como resalta el fallo del concurso. Durante el certamen se han recibido doce propuestas –aunque una de ellas no ha sido valorada por romper el anonimato requerido– de otros tantos equipos. Todos ellos han estado compuestos, como mínimo, por un arquitecto o ingeniero, un responsable de soluciones artísticas en pintura en entornos urbanos y un paisajista. “La variedad de proyectos ha sido realmente amplia, con ideas muy dispares en cuanto a cómo abordar esa integración paisajística en este espacio”, ha considerado Abaunza, quien ha admitido que se trataba de un enclave “complejo”. En ese sentido, ha aseverado que la propuesta de Katsuro solventa los inconvenientes de forma “elegante”, generando una zona estancial “de calidad y atractiva”.

La cascada desciende entre los elementos de roca y muros preexistentes.

La urbanización planteada por el estudio dirigido por el arquitecto y urbanista Luis Domínguez Viñuales es “funcional, abierta y sutil, sin restar protagonismo a la nueva escena urbana que se crea”. “Un nuevo espacio cálido por los materiales empleados (caliza, rocalla, vegetación…), atractivo por sus posibilidades, de fácil mantenimiento y siendo además un espacio totalmente abierto, flexible, y sin puntos negros, es decir seguro”, ha constatado el jurado sobre la propuesta presentada por Katsura, estudio bilbaino que ha colaborado en proyectos como Torre Iberdrola (Cesar Pelli), viviendas en Abandoibarra (OAB, Carlos Ferrater) o la Biblioteca de la Universidad de Deusto (Rafael Moneo).

La iniciativa ganadora, que ha aventajado al resto en cada uno de los aspectos a valorar, marca la diferencia con el resto, a juicio del jurado, por la presencia y protagonismo de “una cascada de agua” con un “lenguaje, expresividad y escala muy adecuada al entorno”. Esa cascada, resuelta a través de cubos luminosos de malla blanca y nebulizadores de agua que aparentan una caída de agua natural, desciende entre los elementos de roca y muros preexistentes, lo que “genera un punto de interés muy atractivo”. Además, este singular elemento “se complementa con una iluminación muy adecuada para el entorno” que resalta e “impacta” durante las horas nocturnas.

EL CONCURSO

En el mismo concurso, las propuestas tituladasBilbotik Bilborako begiradak y Sendeja Park–de Atelier80 Arquitectos y Peña Ganchegui y Asociados, con Jonás Prieto e Igor Rezola, respectivamente– han sido, tras la ganadora y por este orden, las más valoradas por el jurado y sus autores recibirán, 5.000 euros. El jurado ha estado compuesto por Asier Abaunza, concejal de Planificación Urbana, Proyectos Estratégicos y Espacio Público; Javier Riaño, director de BilbaoArte; Javier Martínez Callejo, arquitecto y director de Planificación Urbana; José Luis Azpiazu, director de Servicios; María Iza en representación del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro; y Edurne González, representante de la Facultad de Bellas Artes de la UPV.

La solución urbanística planteada por el equipo ganador del concurso de proyectos.

Entre otras cuestiones han valorado la solución arquitectónica aportada por las propuestas a concurso y su integración en el entorno. También la adecuación e integración al programa funcional objeto del concurso; con especial atención a la optimización de las superficies y a la funcionalidad de las nuevas zonas estanciales. Además, han tenido en cuenta la integración paisajística del futuro espacio en el entorno del Arenal, así como su ejecución atendiendo a criterios de sostenibilidad y eficiencia energética. Por último, también se ha evaluado la viabilidad técnica, económica y constructiva de la propuesta.

LIMITACIONES

El solar actualmente está amurallado con un bloque de hormigón.

Cabe recordar que el ejercicio paisajístico no era nada sencillo dadas las numerosas limitaciones del enclave a pesar de su reducido tamaño. Según detalló Abaunza cuando presentó el concurso, la zona actualmente cerrada con un muro de bloque de hormigón, “tiene una característica orográfica singular, con un talud de roca muy próximo”. Asimismo, cabía la posibilidad de plantearse suavizar sus formas, aunque en ningún caso estaba sobre la mesa su desaparición. Por otro lado, otra restricción añadida era el sifón del sistema de aguas residuales del Consorcio de Aguas de Bilbao Bizkaia que, aunque esté bajo rasante, emerge a través de las estructuras de ventilación. Además, se concretó que la superficie no podría cubrirse ni con mobiliario ni arbolado y que cualquier intervención en los edificios colindantes necesitaría, además, el beneplácito de sus comunidades de propietarios.

Del bar Cacho a un hoyo en la villa

Este espacio de oportunidad, según Abaunza, surgió tras la operación urbanística realizada con las promociones de viviendas de la Plaza del Gas, firmada en 2003 y finalizada en 2007. Paralelamente, en el solar objeto de actuación fue derribada la edificación antigua, que no estaba alineada con las casas de la calle Sendeja. Así, el inmueble, conocido en la villa por albergar el bar Cacho, se demolió en 2006 aunque había sido expropiado muchos años antes, tras la modificación en el PGOU de 1992. Desde entonces, el Consistorio planteó varios usos. Y, finalmente, en la negociación del PGOU de 2022, tras escuchar las propuestas vecinales, optó por calificarlo como espacio libre.