Desde bicicletas que llevan meses en el fondo de la ría a otras cuyo cuadro eléctrico ha sido machacado, pasando por las que tienen los frenos averiados o el kit de correa estropeado. La variedad de razones por las que las unidades de Bilbaobizi traspasan la puerta del taller ubicado en Begoña pueden ser diversas. Aunque, por suerte, cada día son menos las que llegan a las manos de los mecánicos por razones de vandalismo. Si en 2021 el número de unidades vandalizadas se situaba en 62 diarias, actualmente se ha conseguido reducir esa cifra a una media de 9,5 diarias; es decir, un 85% menos. “Cogían patas de cabra y las utilizaban para robarlas. Hemos hecho una inversión muy importante y ha habido una gran colaboración con la Policía Municipal para penalizar y perseguir este tipo de acciones”, resume Alex Díaz, director del servicio de la UTE Next Bike-Sagalés, quien muestra in situ la labor que se lleva a cabo en el taller, en el que trabajan una docena de operarios.

Endika Garzón, encargado general del taller de la citada UTE, relata que las bicicletas averiadas llegan en furgonetas “y se trasladan, en diferentes categorías, para que los mecánicos se encarguen de la reparación” en el taller que cuenta con una estación de carga de baterías para aquellas unidades que se hayan quedado sin energía. “Posteriormente, el primer oficial hace un control de calidad y da el visto bueno antes de que las bicicletas vuelvan a sacarse a la calle”, expone Garzón, quien indica que, además del mantenimiento correctivo, se suele aprovechar para llevar a cabo un mantenimiento preventivo de las unidades. “Todas las bicicletas eléctricas son del mismo modelo, por lo que el problema que tengamos en los frenos será siempre el mismo”, apunta, por su parte, Alex Díaz, quien asevera que cuentan con un desglose de averías. “Todo se resuelve”, garantiza el director del servicio, antes de matizar que cuando no se pueden utilizar más es “cuando el cuadro está dañado”. En ese caso, se compra uno nuevo y se cambian todos los componentes.

Sustracción de bicicletas

En todo caso, una de las luchas más intrincadas del servicio hasta ahora ha sido el evitar el vandalismo, sobre todo cuando implica la sustracción de bicicletas. “Alguna vez nos ha aparecido alguna que llevaba en la ría un montón de años. Como esta de aquí, que tiene incluso mojojones. Aparecen en función de las mareas”, expone el director del servicio señalando a una de las bicicletas, visiblemente deteriorada. Se trata de bicicletas que son sustraídas y, aunque cuenten con un localizador GPS bastante potente contra el agua, al final se termina filtrando. “La sal y el aluminio son incompatibles. La electrónica se estropea, se descargan las baterías y ya no funcionan”, explica sobre estos velocípedos que, al menos, indican la última ubicación.

Los responsables del servicio reconocen que “si se quiere robar, se roba”. En ese sentido, rememoran cómo en 2021, cuando sumaban 62 bicicletas vandalizadas a diario, los bandidos se centraban en el elemento que se encaja en los anclajes de las estaciones. “Hay vídeos circulando en redes mostrando cómo las forzaban y rompían”, revela Alex Díaz. Este hecho les obligó a cambiar de sistema para introducir la obligatoriedad de que los usuarios candaran las bicicletas, lo que ha permitido que, aunque se consigan arrancar las bicicletas, los ladrones no puedan utilizarlas y tengan que cargar con los 30 kilos que pesan. “Ahora hay menos vandalismo porque hay más herramientas técnicas para impedirlo”, asevera Endika Garzón. Y se prevé que con la nueva flota de bicicletas que se pondrá en marcha a partir de 2025 el vandalismo sea aún más difícil.

En cualquier caso, en lo que coinciden tanto Díaz como Garzón es en que se maltrata el sistema y no se cuidan las bicicletas. “Es importante que los usuarios sean conscientes de que cada una de ellas vale más de 2.000 euros”, indica el director del servicio. “¿Aparcarías sin frenar antes con tu coche?”, pregunta de forma retórica para evidenciar la desidia que muestran algunos usuarios. En ese sentido, reconoce que quienes peor manejan las bicicletas son, sobre todo, los menores de 20 años (Bilbaobizi permite abonarse a partir de los 16 años). “A través del trabajo con los juzgados se ha conseguido hacer juicios rápidos en los que los menores, que acuden con sus tutores, se juntan con trabajadores sociales para que les expliquen que sus acciones repercuten en otros usuarios”, expone Díaz, quien añade que también trabajan con la Policía Municipal para hacer hincapié en que se respete la normativa de circulación. “Se han puesto muchas multas, a la gente lo que más daño le hace es el bolsillo”, concluye.