En un mundo cada vez más urbanizado, donde el ritmo acelerado de la vida moderna parece alejar a las personas de la naturaleza, el Ayuntamiento de Bilbao ha llevado a cabo una serie de medidas para intentar reconectar a sus ciudadanos con el entorno natural y fomentar una vida más sostenible. A través de dos iniciativas, los talleres Balcones comestibles y la cesión de terrenos municipales para huertas urbanas, la capital vizcaina se está convirtiendo en un refugio verde donde el cultivo urbano no solo proporciona alimentos, sino también un espacio para la evasión y poder desconectar del día a día.
Abrir la ventana de una vivienda y, en lugar del típico paisaje urbano, encontrar una imagen llena de colores y aromas de un huerto en miniatura lleno de verduras y hortalizas. Este es el objetivo principal que tiene el Consistorio bilbaino con la iniciativa Balcones comestibles. Estos talleres, organizados por el Área de Movilidad y Sostenibilidad, enseñan a los participantes a convertir pequeños espacios en sus hogares, como balcones y ventanas, en huertos ecológicos.
La formación ha incluido tanto sesiones teóricas como prácticas, abordando desde la elección de los recipientes adecuados hasta la gestión de plagas de manera natural. Además, la sensibilización para fomentar la biodiversidad entre toda la ciudadanía también ha tenido un papel fundamental.
Este taller ha sido gratuito y estaba dirigido a toda la ciudadanía. En el Edificio de La Bolsa del Casco Viejo se llevó a cabo la parte teórica del curso, donde se enseñó a los participantes los conceptos primordiales para poder plantar un huerto en un espacio reducido. Los tipos de recipientes más apropiados, los diferentes tipos de macetas y jardineras, las plantas más adecuadas, los sustratos, el riego, el calendario de siembra, las plagas, los fertilizantes naturales, tratamientos fitosanitarios caseros o la obtención y conservación de semillas han sido algunos de los temas sobre los que los 35 participantes han aprendido. Por otro lado, en los huertos de Artxanda se realizaron las sesiones prácticas. El programa estaba basado en el conocimiento de los materiales a utilizar, la realización de semilleros y la práctica en cultivos.
Paralelamente, desde 2015 el Ayuntamiento ha habilitado terrenos municipales en Artxanda, Otxarkoaga, Rekalde y Zorrotza para que los ciudadanos interesados puedan desarrollar sus huertas en un entorno urbano. Este proyecto, dirigido tanto a familias como a individuos de todas las edades, pretende fomentar el cultivo de verduras y hortalizas en un ambiente comunitario en el que se pueda desconectar de la vida cotidiana o volver a disfrutar de sus aficiones. Los terrenos se asignan mediante un proceso de inscripción y selección, y los participantes reciben formación y apoyo técnico para gestionar sus parcelas de manera eficiente y sostenible. En cada huerto municipal la gran mayoría de las parcelas están destinadas a los vecinos de la zona. Sin embargo, también se guardan parcelas para personas en situación de desempleo, personas y asociaciones de personas con discapacidad y asociaciones sin ánimo de lucro.
La huerta no es un simple lugar donde cultivar alimentos; es un espacio de socialización, donde comparten experiencias y consejos con otros participantes, además de disfrutar de la satisfacción de cosechar sus propios alimentos. Sin embargo, cada vez está más presente la pérdida de interés entre las nuevas generaciones por la agricultura y la huerta, actividades que antaño formaban parte integral de la vida cotidiana. Para contrarrestar esta tendencia, las huertas urbanas de Bilbao han lanzado talleres dirigidos a los niños, con el propósito de reavivar su interés y conexión con la naturaleza. A través de estos proyectos permiten a los pequeños aprender de manera práctica sobre el ciclo de crecimiento de las plantas, el cuidado de los cultivos y la importancia de la biodiversidad, mientras participan activamente en la siembra y cuidado de sus propios huertos. Al involucrar a los niños desde temprana edad, la iniciativa busca no solo enseñarles la procedencia de los alimentos, sino también inculcarles un respeto duradero por el medio ambiente y las prácticas sostenibles. Además, estos huertos también ofrecen la oportunidad de que la persona titular pueda contar con varios ayudantes, por lo que suele ser muy común que los nietos y nietas acompañen a sus aitites y aprendan con ellos el cultivo de la huerta.
En breve
Biodiversidad
Objetivo principal. Tanto la iniciativa de las huertas municipales como la de los ‘Balcones comestibles’ tienen la intención de fomentar la biodiversidad y el ecologismo entre los participantes.
184 huertos
PARCELAS. Sumando las parcelas de los huertos de Otxarkoaga, Zorrotza, Artxanda y Rekalde, Bilbao cuenta con un total de 184.
Talleres
FORMACIÓN. Dejando de lado la formación teórica y práctica de la iniciativa ‘Balcones comestibles’, el Ayuntamiento también ofrece talleres para los más pequeños en los huertos municipales..