Los consistorios vizcainos comienzan a ponerse las pilas para frenar la proliferación de los pisos turísticos. Después de que los Ayuntamientos de Lekeitio y Bilbao anunciaran el pasado mes de mayo que modificarán su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para acotar su implantación, el Consistorio de Mundaka ha suspendido la concesión de licencias para viviendas de uso turístico durante un año. El municipio costero, que actualmente suma 88 alojamientos de este tipo, aprobó ayer, en un pleno extraordinario, la paralización, prorrogable por otro año más, mientras modifica su PGOU. “No estamos en contra del turismo, lo que queremos es un turismo regulado”, explica Sorne Rubio, alcaldesa de Mundaka. 

El municipio ha contratado a una empresa de arquitectura y urbanismo, Hiritek Hirigintza Teknikariak, que es la que le asesora en materia de urbanismo y es la que redactará la modificación del PGOU. La necesidad de regular el crecimiento de los pisos ha provocado que la modificación sea aprobada por unanimidad por el equipo de gobierno, formado por EH Bildu y Herritar Alternatiba, y por la oposición capitaneada por PNV. “Tenemos que remar todos en el mismo barco si queremos vivir en Mundaka. Esto no es un problema de colores, sino que primero deben ir los mundakarras”, considera al respecto Sorne Rubio.

La anteiglesia es, actualmente, uno de los municipios vizcainos con más densidad de pisos turísticos: uno por cada 21 habitantes. “Hemos llegado al punto en el que ni siquiera los veraneantes que venían históricamente encuentran pisos para alquilar”, explica la alcaldesa, quien expone que, si bien esta es una problemática que viene de años atrás, es ahora cuando ha llegado al límite. “Hay ciudadanos de Mundaka que no pueden alquilar. Y los precios están desorbitados”, evidencia Rubio, que nada más llegar a la alcaldía solicitó una reunión con el Departamento de Turismo. Desde entonces, ha mantenido un contacto estrecho con otros municipios vascos como Lekeitio o Zumaia, donde también experimentan el mismo problema.

De hecho, Mundaka no es un oasis dentro de Urdaibai, sino que muchos municipios de la reserva de la biosfera están experimentando el mismo problema. Es llamativo el caso de Bermeo, por ejemplo, que es el segundo municipio de Bizkaia con más pisos turísticos detrás de Bilbao. Actualmente suma 250 viviendas de este tipo en el registro de Lakua, donde en los últimos cuatro meses se han dado de alta 20 nuevas licencias. “La diferencia que tenemos con respecto a Bermeo es que el Gobierno vasco les declaró zona tensionada, nosotros no cumplíamos los requisitos”, declara la alcaldesa de Mundaka, quien también está en contacto con los ayuntamientos de otros municipios como Elantxobe –el municipio con más densidad de Bizkaia, un piso turístico por cada 19 habitantes– o Busturia.

COMPETENCIAS

Desde el Gobierno vasco han defendido este jueves que tienen “los deberes hechos” en materia de turismo, ya que cuentan con un registro que está “actualizado”. Sin embargo, Javier Hurtado, consejero de Turismo, ha mostrado su disposición a coordinarse “con el resto de autonomías” y con el Ejecutivo Central. “Sobre todo, pensado en la aplicación, en los próximos meses, del Reglamento de Alquiler de Corta Duración, que es vital para combatir esos pisos ilegales a través de plataformas”, ha declarado Hurtado, responsable de la institución competente de la concesión de licencias.

De hecho, lo que los ayuntamientos vascos tienen en sus manos es la capacidad de limitar su implantación en cada localidad, pero en ningún caso son responsable de la adjudicación de licencias. En ese sentido, desde el Ayuntamiento de Bilbao adelantan que mientras se tramite la modificación de su PGOU para acotar aún más los pisos turísticos –actualmente solo se permite que se establezcan en la primera planta y, en el caso del Casco Viejo y Bilbao La Vieja, solo uno por comunidad–, se paralizarán los informes urbanísticos que expiden, un documento necesario para que el Gobierno vasco autorice la licencia. Por ello, durante la tramitación de los cambios en el planeamiento a partir de este otoño, indirectamente, el Ayuntamiento de Bilbao también paralizará las nuevas licencias.