Ni Lekeitio o Sopela, ni Barakaldo o Getxo. El municipio de Bizkaia con más viviendas turísticas, después de Bilbao, es Bermeo. Según el registro del Gobierno vasco, la localidad costera suma hasta 230 pisos destinados al alquiler de visitantes. Teniendo en cuenta que la capital vizcaina cuenta con 923 viviendas de estas características, el municipio de Urdaibai albergaría un equivalente que se aproxima al 25%. “Un 85% de las ventas que hemos hecho en los últimos dos años ha sido para viviendas turísticas”, confirma Amaia Zarragoikoetxea, propietaria de la Inmobiliaria Lur Bermeo. Este fenómeno se explica, entre otras cuestiones, por el ajustado precio de las viviendas del casco antiguo, lo que hace que sean atractivos a modo de inversión. Los habitantes del propio municipio ya están sufriendo la principal contrapartida que esto supone: es prácticamente imposible encontrar una vivienda para alquiler regular.
“El mercado más económico de Urdaibai es el de Bermeo, donde se pueden encontrar pisos por 80.000 euros en el casco antiguo”, expone Zarragoikoetxea, quien compara esta plaza con la de Gernika, localidad de población similar donde las viviendas son notablemente más caras. De hecho, la villa foral solo cuenta con 33 viviendas turísticas. Bermeo ofrece, además, otros atractivos de cara a los visitantes, como las estructuras de madera de sus edificaciones o las vistas al mar y el puerto. “Los inversores suelen tener un límite que ronda los 120.000 o 130.000 euros como máximo. A medida que se acercan a esa cifra intentan que no haya que hacer obra”, corrobora, por su parte, la asesora inmobiliaria Aizea Altonaga, quien trabaja en la localidad marinera y en las inmediaciones.
Es por ello que ambas relacionan la reproducción de viviendas turísticas en Bermeo con el precio de los inmuebles. “Esta tendencia viene de antes del anuncio del Guggenheim Urdaibai. Estalló a raíz de series de televisión que nos han hecho turísticos”, apunta Altonaga, quien, sin embargo, considera que los visitantes atraídos por San Juan de Gaztelugatxe son, principalmente, excursionistas que no pernoctan en Bermeo. Zarragoikoetxea tampoco advierte que la eventual ampliación del museo en la comarca influya: “Lo que sí hemos percibido es que quienes tienen intención de poner en venta su vivienda ya están intentando elevar el precio”.
Aquellos que optan por invertir en una vivienda turística en Bermeo ya han llevado a cabo su propio estudio de viabilidad. “Los números no dan para un alquiler de larga duración”, considera la propietaria de la Inmobiliaria Lur Bermeo. “La renta mensual que vas a percibir por un piso que compras por 80.000 euros es baja, como mucho es de 500 euros. A su juicio, eso no es rentable”, puntualiza antes de indicar que muchas de estas viviendas de la parte histórica pueden tener baño y cocina reformados, pero carecen de ascensor.
La consecuencia de que las viviendas que se compran como inversión se destinen a los turistas es que los vecinos de Bermeo no cuenten con pisos para alquiler regular. “Antes teníamos tres o cuatro viviendas para alquilar al mes, ahora cada seis meses te salen uno o dos”, apunta Zarragoikoetxea, quien expone que las pocas viviendas que salen al mercado en alquiler ya están previamente comprometidos a otros inquilinos. “Llevamos tres años en esta situación”, expone antes de reconocer que se trata de una situación frustrante, sobre todo para los jóvenes de la villa marinera. Este hecho, coincide, además, con la paulatina inscripción de alojamientos turísticos en el registro vasco: en 2021 fueron 20; en 2022, 50; en 2023, 87; y, en lo que va de 2024 ya se han inscrito nueve más.
Ajenos a esta problemática viven los inversores que están adquiriendo los pisos en venta para ponerlos a disposición de los visitantes. “La mayoría de los inversores son de fuera. He tenido clientes de Mungia, La Rioja, Barakaldo... sobre todo de interiores”, indica Zarragoikoetxea, quien expone que se trata de “gente que tiene un dinero en el banco al que no le saca rentabilidad y poniendo un poco más accede a una vivienda barata”. Aizea Altonaga confirma esta tendencia: “Lo más alejado que me he encontrado es un cliente de Catalunya que vive por aquí, aunque no en Bermeo. También hay inversores de Gipuzkoa”. Este hecho hace que muchos opten por contratar a empresas para que gestionen las viviendas.
Empresas de gestión
Una de ellas es Urdaibai Rentals, compañía con sede en Bermeo que administra más de 60 viviendas de la zona. Su responsable, Mikel Larruzea, matiza que, según su experiencia, la mayoría de los propietarios que ponen sus pisos al servicio de los visitantes son bermeotarras a los que “les ha caído en herencia un piso que era de sus padres o de sus abuelos”. También apunta a otros que han adquirido viviendas con la excusa de que los precios estaban muy ajustados. “Ha sido una oportunidad que ha aprovechado mucha gente”, indica Larruzea, quien suma más de diez años en la gestión de alquileres vacacionales. Sin embargo, apunta que no todo es coser y cantar: “Atender a los huéspedes es un trabajo y cuanto más se incrementa la oferta, más hay que bajar los precios”.
Con todo, el gestor, que también es propietario de dos viviendas de esta tipología, asevera que el motivo por el que se opta por destinarlo a viviendas turísticas que se ofertan por plataformas como Booking o Airbnb frente al alquiler tradicional es “evitar problemas de cobros o imposiciones de tiempo”. En ese sentido, asevera que destinar la vivienda a visitantes de estancias cortas permite poder disponer de la misma siempre que el arrendador quiera. Otro de los aspectos que menciona el responsable de Urdaibai Rentals es que se han rehabilitado muchas viviendas del casco antiguo, algo que, a su juicio, no hubiera ocurrido de otra forma.
Aunque Mikel Larruzea se muestra “sensible” al perjuicio que supone que gran parte de las viviendas del centro histórico se dediquen al turismo, defienden que los establecimientos de la zona “están encantados” con el trajín de los visitantes. “Son 600 y pico personas más al día en Bermeo en temporada alta. ¿Dónde las hubiéramos metido si no?”, alega el gestor de Urdaibai Rentals. Según su experiencia, los turistas que llegan son, principalmente, de otros puntos del Estado y, de media, suman dos o tres noches de estancia. “Vienen atraídos por el entorno costero y la gastronomía”, considera Larruzea, quien relaciona este poder de atracción con el trabajo previo realizado por las instituciones vascas para fomentar el turismo en la zona.
