El Gobierno vasco ha ordenado la paralización cautelar de la actividad de Profersa, ubicada en el barrio bilbaino de Zorrotza, después de que la empresa de fertilizantes haya sufrido dos incidentes de emisiones en el plazo de 15 días. Según ha informado el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco, el Ejecutivo ha requerido a los responsables de la empresa, propiedad de Agaleus –igual que la planta vecina Sader–, que realicen las inversiones y mejoras necesarias que permitan el desarrollo de la producción en condiciones de seguridad. Hasta que no se pueda comprobar que se cumplen dichas condiciones, la actividad de la fábrica consagrada a la elaboración de abonos de materias primas no podrá reiniciarse. 

Fuentes de Profersa han señalado que fue la propia empresa, de motu proprio, la que decidió detener su actividad como consecuencia del último incidente, ocurrido el pasado sábado. La nube de humo que emanaba del edificio obligó a la población a recluirse en casa, además de cerrar puertas y ventanas. Así, tras el incendio ocurrido en un momento en el que la fábrica no estaba operativa, al tratarse de fin de semana, en la mesa de emergencia de Profersa se tomó la decisión “de forma voluntaria, de no volver a abrir la planta hasta que se investigaran todas las causas del incendio y de que no se pudiera garantizar un correcto funcionamiento de la fábrica”. La empresa desconoce cuándo podrán retomar la producción.

REIVINDICACIÓN VECINAL

Luis Muñoz, portavoz de la asociación Zorrotza Bizirik, expone que la noticia ha sido acogida “con cautela” por parte de los vecinos, “bastante preocupados tras los dos incidentes”. Fue la Federación de Asociaciones Vecinales de Bilbao la que alertó de ambos sucesos –el último de ellos el sábado pasado–, que originaron una llamativa columna de humo blanco, al tiempo que reclamó información sobre los peligros que puede originar a la salud pública. Los vecinos de las inmediaciones, de hecho, llevan años reivindicando el cierre de Sader y Profersa al considerar que su actividad “no es aceptable” en un entorno residencial. Esta demanda fue elevada al pleno de marzo, cuando se acordó solicitar al Gobierno vasco la instalación “urgente” de dos medidores de la calidad del aire.

El primero de los incidentes tuvo lugar el pasado 26 de abril. Federación de Asociaciones de Vecinos de Bilbao

Así, a través de un comunicado, Sader y Profersa exteriorizaron su acuerdo con que se midieran las emisiones. “Ambas empresas tienen frecuentes inspecciones no programadas en las que siempre han logrado un alto nivel de cumplimiento”, declararon entonces desde las dos compañías. Sin embargo, un mes después, el 26 de abril, una mezcla de ácidos provocó un accidente en Profersa, lo que motivó una manifestación multitudinaria por parte de los vecinos –englobados en un plataforma que incluye, además de Zorrotza y San Inazio, Deusto, Olabeaga, Altamira o Basurto– para solicitar que las empresas abandonen el suelo urbano. Apenas 15 días después, el 11 de mayo, ocurrió un segundo incendio en la planta de fertilizantes. 

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Manifestación en Zorrotza contra de Sader-Profersa Jose Mari Martínez

"FALTA DE DATOS"

Ante el anuncio de la paralización, Muñoz considera que “faltan datos que recabar, a ver qué es lo que va a ocurrir de aquí en adelante”. De hecho, indica que aún desconocen cuál será el futuro de Profersa. Mientras tanto, la Autoridad Portuaria de Bilbao ha iniciado los trámites para conceder un espacio en sus instalaciones a la compañía Agaleus. Según publicó el 30 de abril el Boletín Oficial de Estado, la corporación solicitó la ocupación de 17.500 metros cuadrados del Muelle AZ-0, ubicado en Zierbena, con el fin de implantar una “planta de gestión y valorización de residuos y plataforma de servicios comerciales, medioambientales, logísticos y otras actividades complementarias”. Este sería el primer paso del trámite administrativo para cerrar definitivamente Sader y trasladar su actividad, consagrada al tratamiento de residuos, a otro emplazamiento. 

“Todo este tipo de noticias nos suenan antiguas, desde que nos dijeron que se iban a marchar han pasado muchos años”, afirma al respecto Luis Muñoz. Por ello, reclaman la instalación de medidores de aire que permitirían a los vecinos conocer los datos, “para que supiéramos qué es lo que realmente está pasando en esas empresas y qué es lo que estamos respirando”. Desde EH Bildu y Elkarrekin Bilbao han vuelto a sumarse a la reivindicación vecinal para exigir el traslado definitivo de ambas fábricas de Bilbao. “Es anacrónico que dos empresas de esas características sigan en el casco urbano. No es un problema de Zorrotza ni de San Inazio, es un problema de ciudad”, concluye Muñoz.