La apertura a la ciudad del nuevo conglomerado urbano implicará no solo que los peatones descubran las nuevas calles y avenidas también supondrá la creación de un nuevo itinerario para el tráfico de vehículos a motor. Un recorrido que tendrá como elemento clave el puente de San Ignacio finalizado por el Gobierno vasco hace más de dos años y cuyo uso se ha restringido al paso de camiones de obra desde entonces.

Según la señalización horizontal de las imágenes aéreas, desde San Ignacio se podrá acceder al mencionado puente por la avenida Zarandoa o la calle Islas Baleares. Alcanzada la isla, el conductor podrá circular por delante de las viviendas en construcción de la promotora Jaureguizar y alcanzar el cruce con la avenida Galleteras.

En este punto girará a la derecha y recorrer el centenar de metros de la prolongación de la arteria central hasta llegar al último punto urbanizado antes de llegar a la punta de la isla. Dos giros consecutivos a la izquierda podrán al conductor en la calle que linda con la ría de un solo sentido en dirección hacia el sur de la isla. Tras recorrer 600 metros de nuevo vial y ver pasar a la izquierda los vacíos edificios industriales de Mefesa, Lancor y Consonni se conectará con el actual trazado de la calle Ribera de Zorrotzaurre.

Más corto en sentido contrario

En sentido contrario el recorrido será más corto ya que desde este último punto indicado, los vehículos podrán girar a la derecha para alcanzar por una calle de un solo sentido el punto donde se ha construido el inicio de la avenida Galleteras en esta primera fase urbanizadora. Un giro a la izquierda permitirá circular por el carril derecho de la avenida hasta llegar al nudo viario principal donde se tomará a la derecha el tramo de calle que enfila al puente de San Ignacio.

Un itinerario en los dos sentidos que es necesario abrir para que el actual tráfico de camiones pesados, que todavía se mueven para llevar material a los bloques residenciales en construcción de la punta norte, no molesten a los vecinos históricos de la isla, los que viven en los edificios residenciales del siglo pasado, levantados en la parte sur de Zorrotzaurre.

La presión de este colectivo vecinal ha sido intensa desde que se cerró el puente de San Ignacio a este tráfico pesado y todos los camiones han tenido que circular por la Ribera de Deusto primero y después por Ribera de Zorrotzaurre para salir y entrar de la isla por el puente Frank O. Gehry.